Las preocupaciones del CAI

El conjunto aragonés, que venía completando muy buenas actuaciones durante la pretemporada, exhibió importantes lagunas en su estreno oficial y perdió ante el Joventut en el pabellón Príncipe Felipe. El equipo necesita resolver sus desequilibrios con prontitud

Joaquín Ruiz Lorente abandona la pista, nada más consumarse la derrota ante el Joventut.
Las preocupaciones del CAI
Aránzazu Navarro

En su estreno oficial, el CAI no alcanzó la altura requerida. Inició el curso con importantes desequilibrios, especialmente en defensa, y encajó una inesperada derrota en casa contra el Joventut. La inseguridad del equipo resultó manifiesta. Faltaron automatismos y sobraron pérdidas de balón. Una situación lógica, cuando apenas se ha consumido una jornada de la Liga Endesa, pero que el cuadro aragonés debe solventar con la mayor prontitud. Y más teniendo en cuenta que el calendario, con la irrupción de la Eurocup el próximo 15 de octubre, no ofrece ahora ni una sola concesión. En el torneo doméstico, el CAI se desplaza a Tenerife para medirse con el Iberostar, que superó a domicilio al Sevilla en la primera jornada; y posteriormente recibe al poderoso Valencia Basket, un sólido aspirante a los primeros puestos de la clasificación. 

En cualquier caso, la primera derrota no ha generado ninguna inquietud en el club zaragozano. Al contrario, en la entidad existe una fe inexorable en la capacidad del nuevo técnico, Joaquín Ruiz Lorente, y también en el potencial de una plantilla que, tras sufrir hasta siete nuevas incorporaciones, todavía sigue muy lejos de su verdadera dimensión. Los jugadores necesitan tiempo para asimilar los sistemas de juego, para conocer a sus compañeros y para ejecutar correctamente el ideario del entrenador. «Esto es muy largo», anunció el propio Ruiz Lorente el pasado domingo, nada más consumarse la derrota. Eso sí, hay numerosos aspectos que solventar. 1. FRAGILIDAD DEFENSIVA.

Demasiadas concesiones. Ante el Joventut, el conjunto aragonés fue un bloque vacilante y quebradizo, muy permisivo atrás, con importantes desatenciones en el juego. Únicamente Katic, que se estrenaba con los zaragozanos, dotó al equipo de contundencia, intensidad y pundonor en la pintura. Suton (18 puntos) y Miralles (12) apenas encontraron oposición en sus acciones ofensivas. Pero el CAI tampoco se aplicó en la defensa del perímetro, ni siquiera cuando el partido se consumía y el marcador seguía equilibrado. Al contrario, el Joventut inclinó el choque a su favor con tres triples en los últimos dos minutos, todos ellos en lanzamientos liberados. Hannah, en dos ocasiones, y Vidal, ya en el último minuto, sentenciaron al cuadro de Ruiz Lorente desde la línea de 6.75. Además, los verdiblancos sumaron 29 puntos en el último acto, un fiel indicador de la escasa presión ejercida por los aragoneses. 2. SIN CRITERIO OFENSIVO.

Hasta 20 pérdidas de balón. En ataque, el CAI se desenvolvió con una dificultad inesperada. De hecho, la plantilla aragonesa se distingue por su amplitud de recursos ofensivos. Pero no hubo ritmo, ni fluidez, ni paciencia, ni transiciones rápidas, ni buenas lecturas del juego. Muy impreciso en la circulación, el CAI sumó ante el Joventut hasta 20 pérdidas de balón –cinco en el último cuarto–, facilitando los contragolpes del rival. El equipo de Salva Maldonado, aunque acabó el encuentro con 27 faltas cometidas, supo anular el ataque de los aragoneses. Sin elaboración, el CAI se sostuvo muchos minutos en su efectividad desde la línea de personal: dispuso de 28 tiros libres, de los que únicamente falló dos. 3. SIN PUNTOS POR FUERA.

No hubo tiros liberados. El cuadro aragonés cuenta con artistas muy cotizados en el perímetro. Sin embargo, la falta de criterio ofensivo lastró a sus francotiradores, que nunca hallaron situaciones ventajosas para lanzar. Los escoltas y los aleros del CAI apenas sumaron 13 puntos, un balance insuficiente para aspirar al triunfo. El pasado curso, Robinson fue el segundo máximo anotador de la Liga Endesa con un promedio de 17 puntos por partido; ante el Joventut, su aportación se redujo a sólo dos canastas. Goulding, el jugador más productivo de la Liga australiana (22,8 puntos de media), exhibió un desatino inusual en sus lanzamientos y finalizó las contienda con apenas dos tantos. De los jugadores exteriores, el base Kevin Lisch fue quien mejor interpretó el choque: sumó 13 tantos sin apenas fallo, además de cuatro asistencias, aunque tuvo que fabricarse él mismo sus propias canastas. Yexiste otro dato revelador: el CAI apenas convirtió cuatro triples, mientras que su oponente se marchó hasta los 10. Sin amenaza exterior, Ruiz Lorente optó por jugar con dos bases durante muchos minutos. 4. CONCESIONES EN EL REBOTE.

Catorce capturas ofensivas del Joventut. El equipo aragonés presentó ante el Joventut otra rémora importante: su incapacidad para cerrar el rebote defensivo, un déficit que ha venido arrastrando durante sus partidos de pretemporada. El cuadro de Salva Maldonado finalizó el encuentro con 16 capturas ofensivas, lo que se traduce en nuevas oportunidades para anotar. Norel y Jelovac se mostraron muy productivos en sus acciones ofensivas, pero su juego se resintió a la hora de contener al rival. Yeso que el Joventut se presentó a la cita muy mermado en la pintura: Llovet y Savané, con diferentes molestias, no actuaron ni un solo minuto, y Miralles y Suton fueron eliminados en el tramo final por cinco faltas personales. Una circunstancia que los zaragozanos no supieron aprovechar para finiquitar el encuentro. Solamente Katic, siempre enérgico, sumó en los dos aros.