El muro serbio

En su estreno con el CAI Zaragoza, Katic dotó al equipo de fuerza, contundencia e intensidad. "Siempre lo doy todo en la pista", anuncia el jugador serbio

Rasko Katic ataca el aro rival, el pasado domingo, durante su estreno con el CAI Zaragoza.
El muro serbio
Asier Alcorta

Pétreo y resistente. Firme. Sólido. Inabordable. El muro serbio se llama Rasko Katic y actúa en el CAI Zaragoza. El pívot, de 33 años y 2.08 metros de estatura, fue contratado para endurecer la zona, para dotar de fuerza, ímpetu y contundencia al conjunto aragonés. Y en su estreno, Katic ya evidenció una intensidad manifiesta en sus acciones. "Llevo jugando mucho tiempo y siempre lo hago de la misma forma. Salgo a la pista ayudar al equipo, a emplearme lo más duro que puedo en cada momento. A veces me sale bien y otras no, como a todos los jugadores; pero siempre lo doy todo", explica el pívot del cuadro zaragozano.


Katic debutó el pasado domingo, a los 10 minutos de juego, y enseguida centralizó los aplausos de la grada. "Sí noté el cariño de la afición. No me gusta hablar de mí mismo; pero estoy habituado a gustarle al público. Me ha sucedido en todos mis equipos. Es por mi manera de afrontar los partidos; porque lucho, porque juego duro, porque no me escondo. Son aspectos que la gente agradece", advierte el pívot. Su primera intervención, pese a la oposición de Miralles, fue un rotundo mate que recortaba distancias en el marcador (17-22). Comenzaba su particular exhibición en la pintura: un rebote defensivo, tras un triple errado por Kirksay; una captura en el aro catalán, después de un lanzamiento de Robinson, con una falta posterior de Suárez; dos tiros libres convertidos... En apenas tres minutos, el serbio había tomado el mando y lideraba la remontada local. Yen el intermedio ya sumaba 10 puntos, con un solo fallo desde la línea de personal (6/7), además de 4 rebotes, una asistencia y cuatro personales recibidas de sus oponentes. El CAI, por entonces, ya había volteado el marcador (36-33). 


Sin embargo, el cuadro zaragozano acabó perdiendo ante el Joventut. "Creo que realicé un buen partido, pero finalmente fuimos derrotados. Por ello, no puedo estar contento. Lo estaré cuando ganemos, que es lo más importante. El colectivo está por encima de todo lo demás", anuncia el jugador serbio, quien elogió el comportamiento de la afición aragonesa: "Me gusta mucho jugar en el pabellón Príncipe Felipe. Viene mucha gente a presenciar los partidos y los aficionados viven con mucha intensidad el baloncesto. Eso es realmente bueno. Ayuda al equipo", anuncia. 


Ahora, Katic ya piensa en el duelo del próximo domingo, en Tenerife, contra el Iberostar. "No queda otra que ganar", señala el jugador, que confía plenamente en la capacidad del equipo. "No llevo mucho tiempo aquí, apenas una semana. Sin embargo, soy muy optimista con todo lo que he vivido hasta el momento. En la plantilla hay muy buena gente y muy buenos jugadores. Formamos un gran grupo de trabajo. Ycon personas así, se pueden hacer grandes cosas a lo largo de la temporada". 


"Ante el Joventut no pudimos mostrar nuestro verdadero potencial –admite Katic–. Se trataba del primer partido oficial, se jugaba en casa y quizás nos pudo la ansiedad. Los jugadores quisieron demostrar lo que pueden aportar al equipo, y todo ello nos llevó a realizar el encuentro no deseado. Iremos a más", confiesa el pívot, que no quiso desvelar las conclusiones a las que llegó la plantilla, el pasado lunes, una vez analizados los errores cometidos en el choque inaugural. "Son cosas que forman parte del vestuario. Tenemos el compromiso de reaccionar y queremos volver de Tenerife con una victoria. Estamos tratando de encontrar el camino correcto", explica. 


Katic se incorporó al cuadro aragonés la pasada semana, procedente del Estrella Roja de Belgrado, después de haber conquistado en septiembre el subcampeonato mundial. En su última temporada, firmó unos promedios de 10.1 puntos y 2.8 rebotes por partido en la competición doméstica, y de 10 puntos y 4.5 rebotes por encuentro en la Liga Adriática. Además, contabilizó 11.3 puntos y 3.2 rebotes de media en los 14 duelos que disputó el pasado curso en la Eurocup. "Soy un guerrero", anunció el pívot en su presentación, que se definió como un jugador "duro, fuerte e intenso". Es el muro serbio. El muro del CAI Zaragoza.