Unas prácticas como gran premio

15 estudiantes de cuarto de Enfermería han realizado funciones de apoyo a los comisarios de pista durante el GP de Aragón

Patricia Ferrer, en su puesto en la curva 15 de Motorland.
Unas prácticas como gran premio
G. Mestre

Durante tres días, 15 estudiantes de Enfermería de la Universidad de San Jorge han vivido su gran premio laboral: realizar prácticas en una prueba del Mundial de velocidad. Una experiencia "única", resalta Patricia Ferrer, "por la oportunidad de vivir en directo un acontecimiento de esta envergadura". Patricia y sus compañeros han estado apoyando a los comisarios de pista, bajo la supervisión de la dirección médica de Motorland. "Ha sido muy emocionante: el momento del comienzo de las carreras, la tensión al producirse una salida, los nervios por si se produce alguna caída...", admite. 


La iniciativa surgió del decano de la facultad de la San Jorge, Antonio Laclériga, que se puso en contacto con el responsable médico de la instalación alcañizana, Clemente Millán. Fruto de esta conversación, varios alumnos tuvieron una primera toma de contacto en la prueba mundialistas de Superbikes el pasado mes de abril. "Entonces se planteó la posibilidad que ampliar la iniciativa cuando el Mundial llegara a Alcañiz. Son prácticas extracurriculares, pero tienen su valor añadido por el contexto en el que tienen lugar", explica Luis Carlos Redondo, vicedecano del grado de Enfermería.


El club de Oficiales de Motorland, en coordinación con Millán y con la colaboración de profesionales y voluntarios de DYA Zaragoza, impartió una jornada formativa para los estudiantes y para los profesiones de DYA nacional que también aportan en el evento. Se incluía la atención y evacuación de emergencia en caso de accidente, y las medidas de seguridad que deben tomar los comisarios. Fue una sesión informativa con apoyo de videos de carreras y muy práctica, puesto que el equipo trabaja con todo el material necesario para atender una caída. "Hemos estado distribuidos en las distintas curvas. Cada uno llevamos una radio para comunicarnos y una mochila que contiene una mascarilla, un balón de reanimación, tubos de guedel de distintos tamaños, tijeras por si tuviéramos que cortar el traje...", enumera Patricia Ferrer, que terminó la carrera el año pasado Para los estudiantes ha sido un reto y una posible alternativa laboral de futuro. "Para el que le guste puede ampliar su carrera en urgencias y emergencia deportiva, este es un mundo muy interesante", concluye Patricia.