El CAI tutea al Khimki

El equipo zaragozano cae derrotado en el último periodo ante un rival de Eurocup

Goulding lanza de triple ante la oposición de Vyaltsev.
El CAI tutea al Khimki
Luis García

El CAI Zaragoza cayó derrotado en el penúltimo partido de pretemporada ante el Khimki ruso. Un rival que, por plantilla, juega en una dimensión distinta, pese a que es uno de los rivales que están en el bombo para disputar la Eurocup junto al club aragonés. El partido, disputado a puerta cerrada en el San Sebastián Arena, se resolvió en el último parcial tras una gran igualdad en los tres primeros cuartos. Volvió a sobresalir Stevan Jelovac, autor de 22 puntos. El serbio parece picado consigo mismo en los encuentros preparatorios y continúa mostrando un rendimiento muy alto. Landry, aquejado de una sobrecarga muscular, guardó descanso.


Con Lisch y Jelovac llevando la batuta, el partido vivió unos primeros minutos con diferencias mínimas en el marcador y con mucho acierto desde el lanzamiento por parte de ambos equipos. La renta al final del primer cuarto fue ínfima para el Khimki (21-22) y el segundo parcial tampoco dictaminaría sentencia. Los dos conjuntos volvieron a salir enchufados, con Goulding al frente del equipo rojillo. El australiano anotó dos triples y daba una ligera ventaja al CAI que no tardó en reducir la calidad individual de Tyrese Rice, MVP de la pasada final de Euroliga. El encuentro llegó al descanso con una mínima diferencia favorable a los de Joaquín Ruiz (47-46).


No varió tampoco el panorama en la reanudación. El choque prometía una guerra final en el último periodo y el tercer parcial no varió el guión. El acierto de Jelovac, Goulding y Lisch era contrarrestado por la calidad de los visitantes desde la línea de 6,75. El partido entró en el cuarto cuarto con un ajustado 63-62, y el Khimki alcanzó entonces una velocidad de crucero que pocos equipos europeos podrían igualar. Un parcial de salida de 0-9, con Monya y Koponen inspirados, decantó la balanza para los rusos. La perseverancia caísta, que continuó luchando, no dio sus frutos esta vez, y el encuentro acabó con un 73-87 algo engañoso. Una derrota con buen sabor de boca. Por ser de pretemporada, y porque el equipo de Joaquín Ruiz demostró ser capaz de plantar cara a cualquiera.