El BM Aragón pelea sin premio

Demetrio Lozano prometió al comienzo de la temporada "pelea y lucha" de un equipo que rebosa juventud e ilusión. Términos guerreros para definir el juego de un BM Aragón que pone ímpetu en la cancha, pero al que todavía le falta madurar. El estreno en casa, en el nuevo hogar del Siglo XXI, no vino acompañado del premio de la victoria. Triunfo que se llevó el MMT Zamora, que sacó rendimiento de una mala segunda parte del conjunto zaragozano –estuvo 16 minutos sin marcar y encajó un parcial de ocho goles–, que le condenó a sumar su segundo tropiezo consecutivo del campeonato, tras debutar ante el todopoderoso Barça el pasado día 3, y ocupar la última posición de la clasificación. 

El BM Aragón inició ayer su particular liga, la que le obliga a sacar los partidos contra rivales que, como él, van a buscar desesperadamente la salvación. El Zamora es uno de ellos: un bloque correoso, compacto, con un juego agresivo, que en dos años se ha plantado en la élite nacional. El BM Aragón lleva una década demostrando su clase en Europa y en el país. Un plus de experiencia a la hora de manejarse en las pistas que, ayer, de poco sirvió a un conjunto que está aún en construcción. 

El BM Aragón salió un tanto descolocado en defensa: todavía queda ajustar un sistema que, con el paso de los minutos, funcionó como el entrenador desea. El despiste lo aprovechó el Zamora, que tomó la primera ventaja: 1-4. Pero la escuadra local apeló a una de las máximas del técnico de este curso, velocidad, para voltear el marcador (5-4) y pasar a dominar el electrónico (7-5). 

La grada gritaba. El Siglo XXI es más recogido y el público está más cerca de la pista. Los entrenadores pueden intercambiar opiniones durante el partido a tres metros de distancia, y hasta alguno saldrá a la pista, sin querer, cuando los nervios afloren. La presión ambiental calentó el ánimo del BM Aragón, que pegó un arreón gracias a una mayor intensidad en el juego. "Juntos, juntos", reclamaba Lozano. La muralla que formaron en el centro Val y Asier Antonio se le atragantó al Zamora, que no terminaba de concretar los ataques. Con la portería bien resguardada por Álvaro Fernández el balón circulaba, y Ariño, Val, Del Valle y Sorli mantenían las ventaja para el conjunto aragonés (10-6, 15-11). 

La sonrisa se instalaba en los hombres de azul. Una sonrisa que se borró tras el descanso, en 16 minutos. Los que tardó el Zamora para darse un empacho de goles –ocho–y acariciar su primer éxito en la Asobal (18-22). En ese tiempo, el Aragón no fue capaz de concluir un ataque, y Asier Antonio tuvo que retirarse por un tremendo tortazo que le propinaron. Sin una de las torres en defensa, el Zamora encontró más fácil el camino del lanzamiento. Val rompió la sequía (19-22), pero no relajó los nervios que multiplicaron los errores.Del Valle mantenía viva la esperanza de la hinchada (21-24), pero el extremo Juárez, el único fichaje del Zamora para este curso, terminó con la ilusión.