Octavo puesto para un valiente Toni Abadía

El atleta aragonés del Simlpy Scorpio consigue el objetivo de acabar entre los ocho primeros en su debut europeo al aire libre

Abadía (a la derecha, número 5), durante los 5.000 metros. Delante, Farah (8) e Ibrahimov (11).
Octavo puesto para un valiente Toni Abadía
F. Coffrini/afp

Toni Abadía corrió valiente, y su esfuerzo se vio recompensado con un meritorio octavo puesto en la final de los 5.000 metros del Europeo de Zúrich. En los últimos momentos, incluso, el aragonés hizo soñar al público español con otra medalla, pero el desgaste durante la prueba lo relegó de los primeros puestos en los metros finales. «Tenía claro que venía aquí a pelear por lo máximo, por una medalla, y no me puedo criticar nada», expresó un orgulloso Abadía tras la carrera. El atleta que entrena José Luis Mareca marcó un tiempo de 14:11.89, seis segundos más que el vencedor, Mohamed Farah (14:05.82). El británico ya se había llevado el oro en la disciplina de 10.000 metros el pasado miércoles, y en esta ocasión volvió a tirar de galones para imponerse con solvencia y conseguir su segundo metal dorado. El azerbaiyano Hayle Ibrahimov (14:08.32) y el británico Andy Vernon completaron el podio (14:09.48).


Fue una carrera lenta, en la que Toni salió a la expectativa. A la cola del grupo, pero sin prisas. El también español Roberto Alaiz fue el primero que se prestó a tirar en cabeza y a dibujar una carrera fundamentalmente táctica. Con el paso de los metros el zaragozano se animó a progresar y se asentó en la mitad del grupo, siguiendo de cerca a Farah, favorito desde el principio. Por entonces el azerbaiyano Ibrahimov se animó a colocarse en la primera posición y a avivar el ritmo, acelerando la carrera de cara a los dos últimos kilómetros donde ya no hubo estrategias que valiesen. En los 1.000 metros finales, con Jesús España y Abadía en medio del conjunto, la prueba se animó hasta su desenlace. Ibrahimov siguió tirando en cabeza hasta que Farah decidió asestar el golpe de gracia. Se puso en cabeza, tiró, y nadie le tosió el triunfo. Mientras tanto, algo más atrás, Abadía empezó a hacer vibrar a sus compatriotas con unos últimos 600 metros de ritmo endemoniado. Progresó y luchó el bronce con el británico Vernon, otro de los grandes favoritos. «A falta de 200 metros pensaba que todavía podía superar a Vernon pero su experiencia y la calidad de su marca lo ha impedido», explicó Abadía. La valentía y el ímpetu del corredor aragonés en el último kilómetro dio paso a una complicada recta de meta final en la que se desinfló y cedió hasta el octavo puesto. «En el final me he hinchado muchísimo. Cuando me ha pasado Alaiz, no he podido. Ha sido una carrera bonita. Somos dos atletas que tenemos 24 años y no quiero aventurarme a decir que somos el futuro del fondo español pero sí que vamos a pelearlo», afirmó Abadía. Alaiz clasificó quinto (14:11.47) y fue el español mejor posicionado. El veterano Jesús España, sin chispa, terminó la prueba undécimo con un crono de 14:14.57. 


El internacional del Simply Scorpio quiso poner el broche de oro a una temporada magnífica haciendo soñar con una medalla, y para eso arriesgó. Nada que reprochar. El valioso octavo puesto de Abadía despide con buen sabor de boca la cita continental para los aragoneses, tras la eliminación de Macías en las clasificatorias de 1.500 metros y el decimosexto puesto de Poves en marcha. Cáceres y Guerra, a las puertas

En el resto de la jornada de ayer, además de los éxitos cosechados por Ruth Beitia y Diana Martín, lo más destacado para la delegación española fueron los dos cuartos puestos en el maratón matutino y en el salto de longitud. 


El fondista Javier Guerra se quedó a 17 segundos del bronce con un registro de 2h12:32, muy cerca de batir su mejor marca personal. Cuando marchaba en posición de bronce, el ruso Aleksey Reunikov (2h12:15) le dio caza al final de la prueba y acabó con el sueño del metal. El italiano Daniele Meucci se alzó con la carrera (2h11:08), seguido del polaco Yared Shegumo (2h12:00).


Por su parte, la mala suerte se cebó con el saltador Eusebio Cáceres, que se retiró tras la tercera ronda de la competición de longitud aquejado de una molestia en su muslo izquierdo. El alicantino había saltado en 8,11 metros en el segundo intento, situándose en el tercer puesto provisional. El francés Kafétien Gomis (8,14) le arrebató el bronce.


En los 1.500 metros, David Bustos acabó sexto tras una prueba que ganó (y esta vez sí) el francés Mekhissi-Benabbad, descalificado el jueves de los 3.000 obstáculos.

J. Sobrino Oter