La gestión del mes de trabajo de la nueva propiedad del Real Zaragoza vivió ayer un nuevo capítulo que añade incertidumbre, desorientación y temor al futuro del club: el Consejo Superior de Deportes (CSD), órgano dependiente del Gobierno, ha puesto la lupa sobre el reparto del capital social de la SAD aragonesa. El CSD solicitó ayer al Real Zaragoza información sobre su actual composición accionarial, una vez que en el organismo hayan surgido dudas sobre el destino de los títulos que estaban en manos de Mariano Casasnovas. El empresario zaragozano decidió abandonar el proyecto el pasado 20 de junio y puso a disposición del resto de accionistas mayoritarios el 24,5% de los títulos de los que era propietario después de firmar el contrato de compraventa con Agapito Iglesias. Según advirtió el CSD, además, esa operación de Mariano Casanovas «pudiera verse afectada por el embargo de dichas acciones por el Juzgado de Primera Instancia Número 3 de Zaragoza», como consecuencia de un litigio abierto entre Casasnovas y una entidad bancaria.

Ahora, el CSD le da al club aragonés «un plan máximo de diez días» para el envío de toda la documentación actualizada acerca de la distribución accionarial del Real Zaragoza SAD. 

Cuando suscribieron las acciones procedentes del paquete mayoritario de Agapito Iglesias, los actuales propietarios del Real Zaragoza evitaron que alguno de ellos superara el 25% para eludir, tal y como exige la normativa, facilitar información detallada sobre los nuevos accionistas de la SAD y sobre el nuevo reparto del capital social. Entonces, se decidió fragmentar la parte mayoritaria de Agapito (90,23%) en diversos paquetes inferiores a ese 25%. Según los nuevos propietarios, se decidió así para acelerar el proceso posterior de venta y no demorar las soluciones a los urgentes problemas de tesorería del club. De este modo, quedaron Mariano Casasnovas y James E. Brumwell (socio empresarial de Javier Lasheras) como accionistas principales del grupo mayoritario, con el 24,50% cada uno de los títulos. Ángel Zorita suscribió el 13,23%. Su hermano Ignacio compró el 7% mediante su sociedad Gefespo SL. Javier Lasheras se hizo con el 3,25% personalmente y con otro 3,25% a través de la mercantil Camino de la Mina SL. Por su parte, Luis Gamón, mediante Piedrafita Inversiones SL, adquirió un 0,50%. Estaba previsto que el 14% restante se los repartieran a partes iguales Víctor Otal (Otal Asesores SL) y Antonio Martínez Martínez (Inversiones y Desarrollos MM20 SL), pero finalmente no suscribieron sendos paquetes del 7% y esas acciones quedaron en manos de Agapito Iglesias. 

Al salirse Mariano Casasnovas, según el propio afectado, «se firmó un documento notarial por el cual su 24,5% se ponía a disposición de los demás accionistas mayoritarios». Sin embargo, esa reasignación no se ha terminado aún de ejecutar y registrar. «Hay un acuerdo verbal para hacerlo y se hará», dijo anoche Casasnovas a este diario. La idea inicial era que ese 24,5% se los repartieran los dos hermanos Zorita sin que ninguno de ellos sobrepasara el 25% impuesto como límite por el CSD. 

En el Consejo Superior de Deportes han saltado las alarmas y la exigencia de ayer tiene que ver con estos movimientos. Se piden esos datos «por si la distribución de dichas acciones entre los adquirientes supone que alguno de ellos detente un porcentaje superior al 25% del capital social». El organismo también recela de la composición de la actual propiedad. «Requiere detalles, ya sea por el club o por los propios interesados, sobre la condición jurídica y las normas de actuación del ‘grupo de accionistas mayoritarios’ que parecen dirigir al Real Zaragoza SAD», recoge el comunicado del CSD.  En las próximas horas, el club aragonés enviará la información solicitada.