La nueva familia del Opel Insignia estará completa cuando el Country Tourer sea presentado mundialmente en el Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort, el próximo mes de septiembre. Mientras su hermano Sports Tourer es un elegante vehículo para la familia y los negocios, el nuevo Insignia Country Tourer refleja un innato deseo de aventura.

El atlético multiuso, con su mayor distancia libre al suelo, ofrece libertad más allá de los límites de la ciudad y las carreteras asfaltadas. Incluye protecciones en los bajos de la carrocería, delante y detrás, combinados con marcados pasos de rueda y revestimiento más bajo en la carrocería; todo ello complementado con una doble salida del escape.

Su avanzada tecnología en tracción integral asegura el agarre y garantiza un comportamiento seguro en todas las condiciones de conducción y clases de terreno. En España, el vehículo estará unido a dos potentes turbo diésel de inyección directa: el 2.0 CDTI de 163 cv y el 2.0 Biturbo CDTI con un par máximo de 400 Nm.

«El sensacional éxito de nuestro joven Opel Mokka en el segmento de los SUV sub-compactos ha demostrado la popularidad de los vehículos con un carácter polivalente», afirma Duncan Aldred, vicepresidente en Funciones de Ventas, Marketing y Posventa de Opel. Con el nuevo Insignia Country Tourer, «ahora llenamos este hueco de nicho deportivo en el segmento más grande de la clase media. Nos permite ofrecer a los clientes una oferta alternativa que nunca habían tenido antes en Opel. Pueden complementar la gran calidad del buque insignia de nuestra marca con una gran dosis de aventura y, al mismo tiempo, estamos convencidos de que el atlético encanto del Insignia Country Tourer atraerá a nuevos clientes a nuestra marca», añade el directivo.

Tecnología punta en tracción

El sistema de tracción 4x4, controlado electrónicamente, incorpora un embrague de alta calidad, que funciona con el principio Haldex, y un diferencial autoblocante que asegura una soberbia tracción tanto en firmes pavimentados como sin pavimentar.

El nuevo Insignia se adapta a las condiciones reinantes en la carretera y distribuye el reparto de par motor de 0 a 100% entre el eje delantero y trasero, así como entre ambas ruedas traseras. El principal beneficio es que esto ocurre incluso antes de que una rueda comience a patinar por falta de tracción, por ejemplo, sobre suelo mojado o en carreteras cubiertas de nieve.

Junto con el chasis premium controlado electrónicamente, el sistema de tracción total establece nuevos estándares en términos de tiempo de reacción y control del vehículo. Cuando es necesario, el embrague que controla la distribución de tracción envía más par al eje trasero de forma inmediata.

Los sensores del sistema 4x4 suministran constantemente, a cada uno de los módulos de control, información sobre la tasa de inclinación, la aceleración, el ángulo de la dirección, la velocidad de las ruedas, la posición del pedal del acelerador, el régimen de giro del motor y el par. Basada en estas informaciones, la distribución de potencia entre los ejes delantero y trasero se adapta a las circunstancias de conducción.

Estabilidad y dinamismo están asegurados por el diferencial autoblocante trasero controlado electrónicamente (ELSD). Este controla la distribución de par entre las ruedas traseras, transmitiendo par de tracción a la rueda que tenga mejor agarre. A la vez que ofrece la mayor capacidad de tracción en condiciones de firme deslizante, el funcionamiento de este sistema de tracción adaptativo en las cuatro ruedas asegura un alto control de la potencia y seguridad en todas las situaciones.

El Insignia Country Tourer puede garantizar propulsión cuando hasta tres de sus ruedas estén en pérdida o terreno resbaladizo y solo una de ellas tenga tracción. Aunque su sistema también ayuda al conductor en situaciones no necesariamente críticas. Para reducir las pérdidas por fricción y ahorrar combustible, el coche regresa, automáticamente, a tracción delantera cuando detecta que no son necesarias intervenciones adaptativas.