La tercera de Kittel

 El alemán Marcel Kittel logró en la duodécima etapa una ajustada victoria al 'sprint' ante el británico Mark Cavendish, su tercer triunfo en el presente Tour de Francia, en el que Chris Froome mantuvo el maillot amarillo de líder.

El ciclista del Argos fue un poco más fuerte que el del Omega en una cerrada llegada y demuestra que es el mejor llegador del Tour centésimo.

El rey del sprint en el Tour del centenario es el alemán Marcel Kittel (Argos), un torbellino de 25 años que ha vuelto a batir a Mark Cavendish y Peter Sagan por velocidad, por lo que ya tiene tres victorias, en una jornada rápida pero tranquila para el líder, el británico Chris Froome.

Kittel ha irrumpido con fuerza en el Tour. Está imparable y con su triple se destaca en el grupo de los hombres bala. Evitó que Cavendish celebrase su victoria 25 en una llegada de foto "finish", metiendo la rueda in extremis.

El ciclista de Amstadt, quien se dio a conocer ganando una etapa de la Vuelta 2011, marcó un tiempo de 4h.49.49 en el trayecto de 218 kilómetros de la duodécima jornada entre Fouguères y Tours, a una media elevada, de 45,1 kms/hora. Se metieron en la refriega los españoles José Joaquín Rojas (Movistar) y Juan José Lobato (Euskaltel), séptimo y décimo.

A 2 kilómetros del final hubo una caída espectacular, una montonera de más de 20 ciclistas que rompió el pelotón. Entre los afectados, con la clavícula dañada un hombre del líder, el noruego Boasson Hagen, sin consecuencias graves.

Los favoritos "libraron". Chris Froome (Sky) mantuvo el liderato sin problema alguno, con las cómodas diferencias que amplió contra el crono. Valverde le sigue a 3.25 y Bauke Mollema a 3.27. Alberto Contador es cuarto a 3.54. El madrileño no tira la toalla, dijo en meta que "el Tour está dificilísimo, pero no imposible" y anunció que sigue pensando "en ganar".

Tras la contrarreloj de Mont Saint Michel el pelotón se despidió de las tierras bretonas para adentrarse en la región famosa por sus castillos, el Loira, también llamada "El jardín de Francia". Tocaba una etapa larga que invitaba a la reaparición de los aventureros y esprínteres y al trámite de sobrevivir al líder y sus perseguidores en la general.

El Tour camina hacia la tercera semana con el debate abierto de cómo tratar de derrocar a Froome, si es que hay alguna fórmula mágica para que el británico doble la rodilla. Bjarne Riis, del Saxo Tinkoff, se apuntó a la rueda de opiniones y aseguró que Alberto Contador y su equipo van a tratar de aislar al líder para derrocarlo.

Mientras llega el domingo con el Mont Ventoux los velocistas y cazaetapas hacen su trabajo. No faltó la fuga de rigor. Tempranera, con el español Flecha (Vacansoleil), el francés Romain Sicard (Euskaltel), los italianos Gavazzi (Astana) y Mori (Lampre) y el francés Delaplace (Sojasun). El quinteto abrió camino con una diferencia máxima de 8.40 minutos en el kilómetro 70.

En estos casos los directores de los equipos interesados en anular la fuga hacen sus cálculos para echar abajo la fuga y evitar sorpresas. Los esprínteres no iban a regalar la etapa, estando Cavendish persiguiendo su cifra mágica, Sagan empeñado en conquistar el maillot verde, y los Kittel y Greipel ávidos de aumentar su cuenta.

Sicard, el francés e Bayona que ganó el Tour del Porvenir y el Mundial sub 23 en 2009, se integró en el pelotón a 50 kilómetros de meta. El resto siguió adelante hasta que a falta de 13 de meta saltó Flecha con el pelotón a tiro de piedra. El catalán cedió finalmente, pero subió al podio como corredor combativo de la jornada.

Los equipos de los esprínters montaron un final frenético, desatado. La caída eliminó a Greipel y descartó a Boasson Hagen; los demás, estaban todos. Cavendish salió disparado, pero se encontró con la fuerza bruta de Kittel, que se apuntó el triple.

El joven corredor germano ganó en Bastia, Saint Malo y ahora en Tours, la ciudad del novelista Balzac, donde Kittel escribió una página más en su historia del Tour de Francia. La quinta etapa alemana.