Tras haberse dejado ver por primera vez en el salón de Ginebra (Suiza), el nuevo Citroën C3 llega al mercado español con una convincente carta de presentación exterior e interior. Su nuevo frontal, que integra luces diurnas de tipo led, una zaga realzada por nuevos pilotos traseros, así como un interior con nuevos guarnecidos y acabados de mayor nivel son algunos de los argumentos del nuevo compacto de Citroën. Pero no los únicos. Las mecánicas que se esconden bajo su capó garantizan buenos consumos y prestaciones.

El nuevo C3 equipa un amplio abanico de motorizaciones. En gasolina destacan, por su bajo consumo, los tricilíndricos VTI 68 y 82 de la familia Pure Tech.

Disponible en 5 niveles de acabado (Attraction, Tonic, Seduction, Collection y Exclusive) y 9 motorizaciones, puede, además, incorporar equipamientos y servicios que contribuyen a la tranquilidad, como la cámara de visión trasera, el sistema de navegación E My Way, el Hifi System y los contratos de servicios, como el Free Drive, que ofrecen prestaciones como la ampliación de la garantía y la cobertura de las operaciones de mantenimiento.

El nuevo Citroën C3 es una silueta que expresa más que nunca creatividad y confort por sus líneas fluidas y tensas. Así, incorpora el parabrisas Zénith, que aporta la mejor visibilidad del segmento, un nuevo frontal que da protagonismo a los 'chevrones' de la marca e integra los faros diurnos de ledes delanteros en el paragolpes y nuevos pilotos traseros que refuerzan la impresión de estabilidad.

Compacto y amplio

El diseño del nuevo C3 es fruto de una arquitectura que ha permitido concebir uno de los vehículos más compactos de su segmento. Con 3,94 m de longitud, 1,73 de anchura y 10,2 de diámetro de giro, dispone de unas dimensiones perfectamente adaptadas a un uso urbano. Y ello, sin renunciar a un maletero generoso, de 300 litros de capacidad. El interior, por su parte, está revestido con materiales de calidad y con diferentes adornos y cromados. Así, su salpicadero puede ser de color negro, Tungsteno o gris Moondust. Cuidado hasta el mínimo detalle, el cuadro de instrumentos está retroiluminado en blanco, lo que aporta modernidad y facilita la legibilidad de las informaciones.