Investigación

Total avance en tecnología lumínica

Los últimos sistemas de iluminación, que actúan de manera autónoma y se adaptan a la carretera, garantizan una mayor seguridad que los tradicionales estáticos

La tecnología del alumbrado de vehículos continúa en constante evolución. Las lámparas incandescentes fueron sustituidas hace ya más de tres decenios por las halógenas. Pero los fabricantes de estos dispositivos van más allá y a las luces de xenón y a los leds se unen los faros de láser.


Centro Zaragoza (CZ) ya ha comenzado el análisis de los nuevos sistemas de alumbrado y las aplicaciones que los constructores incorporan para conseguir mejoras en la seguridad vial, con el afán de explicárselo a los conductores.


Los primeros sistemas de alumbrado de los vehículos consistían en lámparas incandescentes. Un filamento metálico era atravesado por corriente eléctrica. Al calentarse dentro del cristal al que se le inducía el vacío, la lámpara se volvía incandescente e iluminaba. La escasa eficiencia energética y su exigua durabilidad provocaron la búsqueda de nuevos dispositivos.


Surgió la lámpara halógena, de funcionamiento similar al de las incandescentes. La diferencia principal estriba en que ya no se provoca el vacío en la cavidad, sino que un gas halógeno es el encargado de alojar el filamento. Resultado: mayor durabilidad e incremento de la calidad de la luz emitida por el dispositivo del vehículo.


Las lámparas de xenón han eliminado el filamento, iluminando a través de un arco eléctrico que se crea en el interior del cristal. Se origina una luz blanca mucho más homogénea. La visibilidad con este tipo de alumbrado es mayor, resultando de gran ayuda para el conductor cuando la vía está poco iluminada. Asimismo, CZ indica que hay que tener en cuenta que estos faros deben estar homologados para cada vehículo, pues deben disponer de un regulador que controle el ángulo de salida de la luz para evitar deslumbramientos al resto de usuarios de la vía.


Los tan de moda faros de leds consumen mucho menos y su vida útil se prolonga en el tiempo, si se comparan con el resto de dispositivos. Es posible que no sea preciso cambiar los faros de leds durante toda la vida del vehículo pero, de ser necesario, su precio es notablemente más caro.


Algunos constructores de vehículos están dispuestos a continuar la evolución de los sistemas de alumbrado con las luces de láser. Este tipo de alumbrado permitirá una visión todavía mayor, con un consumo inferior. Este tipo de dispositivos serán, evidentemente, totalmente seguras para el resto de conductores o para los peatones que sean iluminados.


El soporte también cambia


El diseño de los cristales también ha cambiado. En los antiguos vidrios se grababan diferentes formas para conseguir dirigir la luz convenientemente. En la actualidad los cristales son transparentes y la luz se dirige mediante la forma geométrica del faro. Otro avance fue la aparición de los faros antiniebla, que dirigen su haz hacia abajo para evitar la reflexión de la luz sobre la niebla; y de las luces de conducción diurna, que evitan que los vehículos pasen desapercibidos para el resto de usuarios.


La inversión en seguridad de los constructores de automóviles se pone de manifiesto, tal y como recalca Centro Zaragoza, al observar los avances en funcionalidad de los sistemas de alumbrado de los vehículos. Buena muestra de ello son los sistemas de encendido automático de las luces. Se trata de dispositivos que ponen en funcionamiento automáticamente el alumbrado cuando detectan que las condiciones de visibilidad son insuficientes.