Motor

Un diésel más pequeño

Honda presenta el motor diésel 1.6 I-DTEC de 120 cv,de momento con el Civic,pero pronto lo llevarátambién el CR-V.

Honda con motor diésel
Un diésel más pequeño

Honda incorpora a su gama Civic un nuevo propulsor más pequeño que completa de manera importante su oferta. El motor diésel 1.6 i-DTEC es el primero de la serie Honda Earth Dreams Technology que se lanza en Europa. Combina una potencia de 120 cv y un par motor de 300 Nm a 2000 rpm, con unas emisiones de CO2 de 94 g/km. Al mismo tiempo, ofrece una economía de combustible y un rendimiento excepcionales. «El punto clave de nuestra filosofía Earth Dreams Technology es el equilibrio entre la eficiencia medioambiental y la conducción dinámica que se espera de un Honda», explica Suehiro Hasshi, ingeniero jefe de los modelos Civic para Europa. «Es importante que nuestros coches sean divertidos de conducir», añade.


El nuevo motor 1.6 i-DTEC ha sido diseñado específicamente para el mercado europeo y satisfacer así la demanda de los clientes por los motores diésel de bajas emisiones. Se fabricará exclusivamente para el mercado europeo en el centro de producción de Honda en Swindon, Reino Unido. Como muestra de la importancia que tendrá en el plan de ventas de Honda en Europa, se ha instalado una nueva línea de producción para este motor en la fábrica de Honda en Swindon, que tiene una capacidad de producción de 500 motores al día y, funcionando a dos turnos, se traduciría en la fabricación de un motor cada 138 segundos. La nueva línea estará destinada a producir tanto el nuevo motor diésel 1.6 i-DTEC como el actual 2.2 i-DTEC. Será incorporado también en el nuevo CR-V durante el segundo semestre de 2013 y la filosofía Earth Dreams Technology se aplicará a toda la gama de motores de Honda en un futuro.


Este propulsor está fabricado con culata y bloque motor de aluminio. Es el diésel más ligero de su categoría, con 47 kilos menos de peso que el 2.2 i-DTEC. Todos los componentes se han rediseñado para minimizar su peso y medidas. Por ejemplo, el grosor de las paredes de los cilindros se ha reducido a 8 mm, en comparación con los 9 del motor 2.2, lo que supone un logro excepcional para un motor diésel.


El objetivo clave para los ingenieros fue reducir la fricción mecánica al nivel equivalente al de uno de gasolina. Esto no solo reduce las emisiones y mejora el consumo de combustible, sino que también mejora la respuesta del motor, haciendo que el coche sea más divertido de conducir.


Este motor utiliza el sistema Bosch de inyección por solenoide, que es capaz de operar a altas presiones, de 1.800 bar. Las altas presiones del combustible hacen que este se inyecte con un ratio más rápido, lo que se traduce en una mejora de la mezcla combustible-aire, por lo que la combustión es más limpia y eficiente y a la vez se consiguen unas bajas emisiones y un menor consumo de carburante.