El alpinista francés Maurice Herzog, que en 1950 se convirtió en el Annapurna en el primer hombre en superar una montaña de 8.000 metros, falleció anoche a los 93 años de edad, informó la Federación de Alpinismo. 

Resistente durante la ocupación nazi de Francia, político en su edad más avanzada, Herzog contribuyó gracias a sus hazañas y a sus libros a divulgar el alpinismo en Francia y en el mundo.

Su gesta en la cima del Annapurna, a 8.091 metros, que culminó con los dedos de las manos y los pies congelados y junto a su compatriota Louis Lachenal, dio la vuelta al mundo. "Sin esa hazaña no habría tenido la vida que tuve", aseguró Herzog, que fue ministro de Juventud y Deportes del general De Gaulle y alcalde de la ciudad alpina de Chamonix.

Nacido en Lyon el 15 de enero de 1919, Herzog tuvo una sólida formación académica hasta que la ocupación nazi durante al Segunda Guerra Mundial le hizo enrolarse en la resistencia.

Tras el final de la misma, se convirtió en uno de esos héroes que necesitaba el país herido en su orgullo durante años, un explorador que conquistaba las nuevas fronteras del planeta, como Jacques Cousteau en las profundidades marinas, Alain Bombard y su primera travesía en solitario del Atlántico, Théodore Monod y sus exploraciones del desierto o las de Paul-Emile Victor en los polos.

"Nuestro éxito tenía que ser el éxito de la nación, escalábamos llevando en el corazón a todo el país y a la juventud que representábamos", resumió el aventurero.

La foto de Herzog en la cumbre del Annapurna publicada por el semanario 'Paris Match'  fue un acicate del orgullo francés, asentado posteriormente con su libro "Annapurna, primer 8.000", convertido en un "best seller" del montañismo.

Posteriormente llegó su carrera política, muy ligada a la de De Gaulle, aunque no perdió el contacto con el mundo deportivo.En 1995 fue nombrado miembro honorario del Comité Olímpico Internacional (COI). 

En los últimos años de su vida su figura fue algo controvertida, porque le acusaron de haber ocultado tras su hazaña el trabajo de su compañero Lachenal. El presidente francés, François Hollande, rindió homenaje al alpinista, al resistente y al político, "que contribuyó a democratizar la práctica del deporte en Francia".