Las estaciones de esquí aragonesas están este lunes abiertas y cubiertas de nieve polvo a excepción de Javalambre, en Teruel, que ha cerrado sus instalaciones para volver a ponerlas en funcionamiento el fin de semana próximo.

En Astún están en macha 9 remontes, 32 pistas y 27,5 kilómetros esquiables cubiertos de nieve polvo con espesores de 60 centímetros.

En Candanchú, también en el valle del Aragón, hay abiertos 5 remontes, 14 pistas y 11 kilómetros esquiables cubiertos de nieve polvo con espesores de entre 20 y 60 centímetros.

Formigal, en el valle de Tena, funciona con 17 remontes, 55 pistas y 62 kilómetros esquiables cubiertos de nieve polvo con espesores de entre 40 y 90 centímetros.

En Panticosa están abiertos 13 remontes, 24 pistas y 32 kilómetros esquiables cubiertos con espesores entre 40 y 70 centímetros de nieve polvo.

Cerler, en el valle de Benasque, ha puesto en funcionamiento 10 remontes, 14 pistas y 19 kilómetros esquiables cubiertos con espesores entre 20 y 50 centímetros de nieve polvo y dura.

La estación turolense de Valdelinares está abierta con 6 remontes, 8 pistas y 7 kilómetros esquiables cubiertos con espesores entre 50 y 80 centímetros de nieve polvo y dura.

Para la práctica del esquí de fondo, Linza, en Ansó, cuenta con un circuito de 7,5 kilómetros con espesores de 60 centímetros de nieve polvo.

Candanchú dispone de un circuito de 5 kilómetros cubiertos con nieve polvo y espesores de 40 centímetros.

En el Balneario de Panticosa se han habilitado 5,5 kilómetros cubiertos de nieve polvo con espesores de entre 50 y 60 centímetros.

En Pineta, en Bielsa, están abiertos 7 kilómetros de nieve polvo con espesores de entre 20 y 40 centímetros.

En Llanos del Hospital, en Benasque, hay disponible un circuito de 11 kilómetros con espesores de entre 40 y 90 centímetros de nieve polvo.