Ciclismo

Freire se despide en Valkenburg como uno de los más grandes

El cántabro finaliza décimo y no pudo lograr su cuarto título Mundial en la prueba que pone fin a su carrera

Óscar Freire, por delante de Valverde, en una imagen de archivo
Freire se impone a Valverde
EFE

El ciclista español Óscar Freire no ha podido ganar su cuarto Mundial de ciclismo en ruta tras finalizar décimo en Valkenburg y se retira de la competición con tres campeonatos mundiales e innumerables victorias en 'clásicas' y otras carreras de prestigio, tras casi 15 años siendo la referencia en las llegadas al esprínt.


Si alguien pasará a la historia del ciclismo español por su excelente rendimiento en sus mundiales ese es Óscar Freire. Sus tres entorchados le contemplan y le convierten uno de los especialistas en pruebas de un día de las últimas décadas.


Curiosamente, el comienzo de su carrera y su final tienen en Valkenburg su lugar clave. Allí se estrenó en una cita mundialista en 1998 y allí ha sido donde parece haber puesto punto final a su trayectoria en 2012. "He venido para ganar, si lo consigo seguiré un año más", explicó el cántabro antes de la prueba de este domingo.


Desde que en el Mundial de Verona 1999 -cuando contaba con 23 años- sorprendiera a todos al introducirse en la escapada buena y atacara en la última curva para llevarse su primer título, no ha abandonado la élite.


Si en las grandes carreras de tres semanas hombres como Indurain, Olano, Sastre, Pereiro o Contador se han llevado los elogios de los aficionados, en las competiciones de un día Freire ha sido el verdadero especialista español, la referencia para el resto del pelotón.


El ciclista de Torrelavega reeditó su título dos años después en Lisboa, donde ya no era un desconocido sino un firme candidato. Su tercer Mundial lo ganaría en 2004. Perfectamente arropado por sus compañeros de la selección española, volvió a ganar en Verona el maillot arcoiris.


Un palmarés muy completo

Pero Óscar Freire ha ganado en su carrera mucho más que tres Mundiales. En su palmarés figuran un total de siete etapas de la Vuelta a España, tres Milán-San Remo, tres Flecha Brabanzona, una Tirreno Adriático y una París-Tours entre otras muchas pruebas de prestigio.


Sus últimos años han estado marcado por las lesiones, pero su gran ilusión era volver a ganar un Mundial ocho años después. De hecho, había anunciado que no se retiraría si ganaba su cuarto título, algo que no ha podido ser.


Para el recuerdo quedan sus grandes actuaciones, su tremenda competitividad y el hecho de ser el mejor corredor español de la historia en los campeonatos del mundo de ciclismo en ruta. El cántabro dice adiós a sus 36 años con un buen puñado de reconocimientos personales.


A la Medalla de oro de la Real Orden del Mérito Deportivo, recibida en 2001, un año después fue elogiado con la Orden Olímpica y también dejó su impronta en 2008 cuando se llevó el maillot verde en el Tour de Francia. Alcalde honorario de su Torrelavega natal, se va dejando atrás una estela difícil de seguir.