La 'séptima' grande de Contador

 Alberto Contador celebró este lunes con sus paisanos de Pinto, la localidad en la que creció, el triunfo en La Vuelta que ayer terminó en la capital, el segundo que consigue en la ronda española, en su séptima visita a la balconada del Ayuntamiento.

El ciclista se dio un baño de multitudes. Unos dos mil pinteños lo esperaban en la Plaza de la Constitución cuando, precedido por una peña ciclista, apareció asomado por el techo solar de un vehículo que le llevó hasta la puerta del consistorio.

Necesitaba este baño de multitudes, esta alegría multitudinaria de los suyos, de aquellos que siempre le creyeron.

Contador no desaprovechó la ocasión. Les brindó el triunfo. Les dijo que si está donde está es gracias a ellos: "Vuestro apoyo me dio fuerzas para salir cada mañana a entrenar".

En el balcón del Ayuntamiento se le pudo ver abrumado. Saltó, agitó su maillot e incluso fue manteado, lo que dejó perplejos a sus paisanos, puesto que hubo quien temió que se pudiera caer.

Este lunes fueron muchos los que le dijeron que seguro que volverá al mismo balcón el próximo año. Se le pidió el Tour. Alberto no se pronunció. Se limitó a sonreír.

Sabe que es el momento de seguir trabajando. No pretende callar las bocas que aún a día de hoy le acusan y le tachan de prácticas contra el deporte. Ya sólo quiere disfrutar sobre la bicicleta después de haber pensado en colgarla.

De conseguirlo haría su octava visita al balcón del Ayuntamiento de Pinto y, aunque en su palmarés oficial hay dos Tours de Francia, dos Vueltas a España y un Giro de Italia, sus paisanos celebraron sus siete victorias sobre la bicicleta y siguieron reivindicando un Tour y Giro que consideran que se le ha arrebatado de forma inmerecida.