Maratón olímpico

El ugandés Kiprotich arruina la fiesta keniata en el maratón

El africano se proclama campeón con un ataque a cinco kilómetros de la meta que dejó sin respuesta a los favoritos. Castillejo, vigésimo cuarto, el mejor español.

Kiprotich, a punto de cruzar la meta
El ugandés Kiprotich arruina la fiesta keniana en el maratón
AFP

El ugandés Stephen Kiprotich, antiguo corredor de obstáculos, arruinó la fiesta keniata en el maratón olímpico al proclamarse campeón con un ataque a cinco kilómetros de la meta que dejó sin respuesta a Wilson Kiprotich y Abel Kirui, los dos grandes favoritos.


Carles Castillejo ha terminado vigésimo cuarto y ha sido el mejor español en el maratón masculino, última prueba del atletismo en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Castillejo, en sus terceros Juegos tras competir en 5.000 en Atenas y en 10.000 en Pekín, fue el primer español con un crono de 2h16:17, lejos de su mejor marca.


Ignacio Cáceres finalizó en el puesto trigésimo primero con 2h17:11 y José Carlos Hernández trigésimo cuarto con 2h17:48. El ugandés Kiprotich terminó la prueba en un tiempo de 2h08:01 y dejó las medallas menores a Kirui (2h08:27) y Wilson Kiprotich (2h09:37), que deseaban honrar la memoria del campeón olímpico anterior, su compatriota Sammy Wanjiru, muerto en 2011 con 24 años.


El maratón olímpico, que partió a las 11.00 del centro de Londres con 105 corredores alineados en la salida, presentaba una batalla teórica entre las dos grandes potencias, Kenia y Etiopía, que acaparan las 29 mejores marcas del mundo este año, pero venció un ugandés.


Al paso por el km.5 (15:23), Kenia ordenaba el ritmo con Kiprotich, vencedor, en abril pasado, aquí mismo en Londres con 2h04:44, segunda mejor marca mundial del año. Junto a Kiprotich estaba Abel Kirui, campeón mundial en 2009 y 2011, que fue sexto en Londres, en abril pasado.


A lo largo de quince kilómetros, la carrera que clausuraba el atletismo en los Juegos de Londres iba a convertirse en un pulso entre Kiprotich y sus perseguidores. En el km. 15, con un parcial de 44:58 para el fugado, la diferencia era de 13 segundos. En el 20 (59:57), de 14 con respecto a un grupo de siete integrado por los etíopes Feleke y Abshero, Abel Kirui, Stephen Kiprotich, el brasileño Marilson dos Santos, el eritreo Yared Asmeron y el sudafricano Stephen Mokoka.


Kiprotich cubrió el medio maratón en 1h03:15, a ritmo de récord olímpico, y, pese a perder unos segundos en regresar al avituallamiento para atrapar su bebida, su ventaja aumentaba lentamente. Ahora era de 16 segundos, mientras la partida de cazadores se iba reduciendo. En el km. 23, con calor en aumento en el mediodía londinense, el grupo perseguidor se había reducido a tres: Abshero, Kirui y el Kiprotich ugandés, y, ahora sí, la caza iba en serio. En el km. 25 (1h14:58) ya estaban a siete segundos y en el 27 el escapado había sido alcanzado. En cabeza quedaban Kirui y los dos Kiprotich.


Los tres pasaron por el trigésimo kilómetro en 1h30:15, haciendo camino en armonía. Abshero y Dos Santos estaban quinto y sexto, a 36 y 40 segundos, respectivamente. Pero el pacto de no agresión se rompió en el 35, "el muro" en la jerga del maratón.


Los dos keniatas, por iniciativa de Wilson, resolvieron expulsar al intruso Kiprotich para asegurarse el título, pero el ugandés, que cedió unos metros al principio, no solo recogió el guante, sino que atacó, a su vez, en el km.37 para estropearles la fiesta. El maratón olímpico, que tuvo como primer vencedor, en 1896, al aguador griego Spiridon Louis, regresaba al lugar donde en los Juegos de 1908 adquirió su extraña distancia oficial (42.195 metros) cuando la carrera, partiendo de los jardines del castillo de Windsor, terminó junto al palco real en el estadio de White City.