MONTAÑISMO

Pauner vuelve cansado, pero en buen estado físico, tras hollar el Lhotse

El montañero jacetano ha relatado que tanto la subida como la bajada del monte Lhotse, de 8.516 metros, es muy dura porque "te va comiendo por dentro".

El montañero aragonés Carlos Pauner ha regresado a España tras coronar su undécimo ochomil con "buena salud, contento y muy cansado", ya que ha relatado que tanto la subida como la bajada del monte Lhotse, de 8.516 metros, es muy dura porque "te va comiendo por dentro".


"Es la cuarta altura de la tierra y es muy difícil subirla sin oxigeno, pero también es muy dura la bajada, ya que, aunque estas saliendo del monte, el está entrando en ti", dijo Pauner en el aeropuerto de Barajas, a donde llegó junto a su compañero de expedición, Javier Pérez, a las 8.00 del viernes.


La expedición al Lhotse la integraban también Carlos Soria y Juanito Oiarzabal, que regresarán a España en los próximos días, ya que esté último está ingresado en un hospital de Katmandú con problemas renales.


"Todos hemos sufrido el zarpazo del monte en el descenso, incluso alguien con tanta experiencia como Juanito", explicó Carlos Pauner, quien dijo que el veterano alpinista "colapsó a tan sólo unos metros del campo base, hubo que ponerle oxígeno y trasladarle al centro médico".


También habló Pauner en Barajas sobre la "desaparición" del andaluz Lolo González, que no bajó junto al resto de la expedición y agradeció a los "hermanos Benegas y a Rusell el esfuerzo y la humanidad que demostraron" para rescatarle.


Pauner ha pedido prudencia a la hora de comentar lo que sucede en las expediciones, al recordar que hubo comentarios que aludieron a que él había sufrido un edema cerebral o a que Lolo González se había despeñado.


"Hay que guardar un silencio prudencial hasta que se conozcan todos los datos", pidió.Objetivo, descansar en los próximos días

Tras expresar sus deseos de descansar en los próximos días, anunció su intención de emprender una nueva aventura en Pakistán el próximo 25 de junio.


Pauner, que ha coronado ya once de las catorce montañas más altas del mundo sin oxígeno, abandonó el aeropuerto de Madrid en ambulancia rumbo a Zaragoza.


En el avión que aterrizó en Barajas con Pauner y Pérez viajó también la pareja formada por la soriana Isabel García y el vasco Roberto Rodrigo, que sufrió serias congelaciones de las extremidades inferiores y superiores durante el descenso del Lhotse.