¿Dónde está el secreto de Jamaica?

El dominio aplastante de Jamaica en las pruebas de velocidad, tanto femeninas como masculinas, en los Juegos de Pekín y en los Mundiales de Berlín, hace que muchos se pregunten si la clave no reside en que a la isla llegaban los esclavos más fuertes. Esa teoría es la defendida por el doctor William Aiken, jefe de Urología del Hospital Universitario de las Indias Occidentales y presidente de la Sociedad Jamaicana de Urología. "Como Jamaica era una de las últimas paradas de los barcos cargados con esclavos, eso quería decir que sólo los más fuertes sobrevivían al desembarco en la isla", afirma en un de sus estudios.


Stephen Francis, entrenador de Asafa Powell, suscribió esa misma tesis en el diario francés 'L'Equipe' en 2008. "Todos somos descendientes de esclavos. Nuestros ancestros eran particularmente resistentes, ya que habían sobrevivido a un terrible viaje desde África. En esa época de la trata de negros, Jamaica era sólo una primera etapa antes de Estados Unidos. Pero los más rebeldes no eran enviados al continente por temor a que crearan problemas en las plantaciones. Se quedaban en Jamaica y nos han legado su fuerza y su carácter", afirmó.


Sin embargo, muchas otras voces no creen en esta teoría y piensan más en que en Jamaica se ha cimentado una pasión por el atletismo que hace que muchos niños lo practiquen, como una salida para triunfar en el deporte, después de que Merlene Ottey abriera al camino tras salir de un barrio muy pobre. Asafa Powell, medallista de bronce en estos Mundiales de Berlín en los 100 metro lisos, defiende esta teoría.



Por una hortaliza


Por su parte, el padre de Usain Bolt, Wellesley, piensa en las propiedades extraordinarias de una hortaliza que crece en Jamaica, el ñame o yam de Trelawny, un género de planta tropical cuyo tubérculo se usa ampliamente para la alimentación en la isla. El hecho de que hayan salido otros atletas jamaicanos, nacidos en la isla, pero criados en otros lugares y que han sobresalido, solidifica la creencia de que existe algo genético en los velocistas de este país caribeño. Los canadienses Ben Johnson y Donovan Bailey y el británico Linford Christie, los tres campeones olímpicos, son de origen jamaicano.