El presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), Pat McQuaid, destacó ayer la buena reacción de las autoridades españolas tras el dopaje de la corredora aragonesa Maribel Moreno en los Juegos de Pekín. "Tengo contactos en España que me dicen que la reacción de las autoridades ha sido contundente. También he visto la reacción de Jaime Lissavetzky (secretario de Estado para el Deporte) en Pekín. Están apesadumbrados con esta situación y creo que van a ir hasta el final para acabar con el dopaje en el ciclismo y en otros deportes", declaró.

Sin embargo, McQuaid reiteró que España sigue siendo junto con Italia "la última frontera en la lucha contra el dopaje". "Eso no quiere decir que las autoridades españolas no busquen a los tramposos. Pero deben aceptar que hay un problema con el dopaje desde hace tiempo, que tienen que afrontarlo con todas las fuerzas", aseguró. En cuanto al caso de la altoragonesa Maribel Moreno, que había sido controlada seis veces en cinco meses en España y que dio positivo en el primer control que pasó en Pekín, aseguró que eso no significa que el sistema antidopaje español no funcione. "No creo que haya problemas con los controles por sorpresa en España. Lo que pasa es que el control que se le hizo en Pekín llegó a cinco días de la competición. Si se le hubiera controlado durante la carrera, el producto dopante ya habría desaparecido", afirmó el presidente de la UCI.

En este sentido, McQuaid destacó la importancia del pasaporte biológico que determina el perfil de cada ciclista y detecta cambios bruscos que pueden ser indicativo del consumo de sustancias prohibidas. También respondió a las críticas del presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), John Fahey, quien insistió que habría que quitar del programa olímpico a los deportes que tienen más casos positivos. "No es él quien determina qué deportes están en los Juegos. Tenemos el apoyo del Comité Olímpico Internacional y creo que el ciclismo aporta mucho a los Juegos. Lo hemos visto este año con una fantástica prueba en ruta en un escenario excepcional como la Gran Muralla, y con las pruebas en el velódromo que están siendo extraordinarias", informó. Además, McQuaid defendió que "el ciclismo no tiene por qué pagar las consecuencias de unos cuantos tramposos".

McQuaid invitó a Fahey a "mirar otros deportes, otras estadísticas", y precisó que la lucha contra el dopaje en ciclismo está más avanzada que en otros deportes.