CICLISMO

Llaneras busca el tercer oro

El veterano ciclista es el gran favorito para el triunfo, el hombre al que todos vigilarán durante las 160 vueltas al trazado, 40 kilómetros de sprints y tensión.

El ciclista español Joan Llaneras disputará el sábado en el velódromo Laoshan de Pekín la última prueba por puntos de su carrera, en la que tiene depositadas todas sus esperanzas de conseguir su tercera medalla en unos Juegos Olímpicos.


A sus 39 años, Llaneras es el gran favorito para el triunfo, el hombre al que todos vigilarán durante las 160 vueltas al trazado, 40 kilómetros de sprints y tensión.


Campeón olímpico en Sydney 2000 y plata en Atenas 2004, el español es el actual campeón del mundo de la especialidad, título que ganó el año pasado en Palma de Mallorca, su isla natal.


La misma isla en cuyas carreteras estuvo entrenando duro hasta el último momento, concentrado en un hotel, lejos de su familia, de su esposa y sus dos hijos, rodando, comiendo y durmiendo.


Llaneras llegó a Pekín el lunes, sólo cuatro días antes de la prueba, consciente de las dificultades que tendría para pedalear por las calles de Pekín e intentando evitar lo más posible los largos desplazamientos de la villa al velódromo.


El español es un revolucionario. Sus entrenamientos en carretera, su apuesta por el fondo en lugar de la velocidad, cambiaron la forma de concebir una especialidad en la que 25 hombres sprintan cada diez vueltas por cinco, tres, dos y un punto para los cuatro primeros.


El que gana una vuelta al resto se apunta otros 20. Por eso todos vigilan a Llaneras, porque al español le gusta endurecer lo más posible la carrera, salirse de la disciplina del grupo. El bielorruso Vasili Kyrienka y el ruso Mijail Ignatief conocen bien al español, corren en su mismo equipo, y serán sus principales rivales.


"Luego están el australiano Cameron Meyer, el inglés Chris Newton, el belga Iljo Keisse, incluso el uruguayo Milton Wynants", dijo Llaneras. "Hay muchos candidatos".


Para ser siete veces campeón del mundo de ciclismo en pista no se puede dejar nada al azar. Llaneras inspeccionó al detalle el velódromo de Laoshan: la madera, el peralte, incluso la temperatura.


Al español le gusta el calor, quizá un punto por encima que a todos los demás. "De 30 a 35 grados", señaló. En China el aire acondicionado convierte los lugares cerrados en auténticos refrigeradores, pero el velódromo de Laoshan estará bien.


"La temperatura está en torno a los 26 grados", dijo el jefe del equipo de ciclismo español, Eugenio Bermúdez. "Y mañana con la pista llena de público hará seguramente más calor".


El español también competirá tres días después en Madison, una prueba muy similar a la carrera por puntos pero disputada por equipos de dos. Toni Tauler será su compañero de última hora, después de la lesión de Carles Torrent.


Los últimos cuatro días transcurrieron para Llaneras entre la villa y el velódromo. Con poco tiempo para nada más: entrenamiento por la mañana el primer día, por la tarde el segundo y por la mañana hoy. Después, masaje y habitación, quizá algo de sofrología, una técnica de relajación que usa siempre antes de las competiciones.


Compartía apartamento con colegas de ruta, Samuel Sánchez y Alberto Contador, pero ambos se fueron tras disputar sus pruebas. El primero con un oro colgado del cuello, algo que Llaneras espera hacer también cuando vuelva desde Pekín a Mallorca, decidido ya a colgar definitivamente la bicicleta en el desván.