CINE

'Viridiana', una Palma de Oro con 50 años

El calandino Luis Buñuel se convirtió hace hoy medio siglo en el único español que ha logrado el máximo galardón de Cannes.

Roumette, junto a Buñuel (con gorra) en el rodaje de la película
'Viridiana', una Palma de Oro con 50 años

Corría el año 1961 y Luis Buñuel acababa de rodar de nuevo en España, tras años de exilio en México, donde fue muy criticada su decisión de regresar a su país con el mismo régimen -el franquista- que había causado su partida. El resultado de ese retorno era 'Viridiana', la historia de una joven novicia (Silvia Pinal) que se convierte en objeto de deseo de su tío viudo (Fernando Rey) pero acaba entablando una relación con el hijo natural de este (Paco Rabal).


El guión de la cinta no tuvo problemas para pasar la censura, acaso por el antecedente de 'Nazarín' (1958), que había sido vista con agrado por su temática religiosa. Buñuel rodó 'Viridiana' en una finca próxima al palacio del Pardo, residencia oficial de Franco, y el filme fue presentado al Festival de Cannes apenas tres días después de haberse completado su banda sonora. Allí produjo un doble efecto: por un lado, impresionó al jurado del certamen, que le otorgó la Palma de Oro ex aequo con 'Una larga ausencia', de Henri Colpi; por otro, desató las iras del diario oficial del Vaticano, 'L'Osservatore Romano', que tachó la película de blasfema.


A raíz de esto último, José Muñoz Fontán, director de Cinematografía que había autorizado el filme y que fue quien recogió la Palma de Oro en nombre de Buñuel, no tardó en ser cesado y la película fue prohibida en España, donde no pudo exhibirse hasta 1977, después de la muerte de Franco.

¿Qué tenía 'Viridiana' para resultar tan polémica? Además de la clara atracción sexual del personaje de Rey por la protagonista, a la que llega a narcotizar y vestir con el traje de novia de su esposa muerta, la película cuestionaba la caridad cristiana, criticaba la hipocresía social, insinuaba un 'ménage à trois' en la escena final y, en particular, contenía una escena con un grupo de mendigos que reproduce esperpénticamente el cuadro de Leonardo 'La última cena', donde se ve a Jesús con los apóstoles.


En el rodaje de 'Viridiana', una joven francesa estudiante de español, llamada Monique Roumette, fue testigo de excepción y dejó una memoria escrita de su paso como becaria. Según Roumette, «'Viridiana' es una gran película porque reúne todo lo que es España, la picaresca, el esperpento... Es el emocionante retorno de Buñuel, tras treinta años de exilio, y su intento por cambiar su país. Es una película que no envejece, sino que rejuvenece».


Roumette ha vuelto cinco décadas después a los lugares que compartió con el realizador aragonés para el documental 'Regreso a Viridiana', de Pedro González, que hoy se proyectará como homenaje en la sala Berlanga de Madrid junto a una versión remasterizada de la cinta de Buñuel, la única española que se ha llevado la Palma.