GOYA

Un Goya más en el Museo de Zaragoza

El boceto 'La letra con sangre entra', que data de los años 1780-1785, pasa a engrosar los fondos sobre el pintor de Fuendetodos. La obra aporta una visión sobre el pasado de Aragón, con una crítica ácida del sistema pedagógico de aquella época.

El Museo de Zaragoza acoge la última obra del Francisco de Goya adquirida por el Gobierno de Aragón, 'La Letra con sangre entra'. Esta adquisición se enmarca en el Plan Museológico de dicho centro, donde la figura del artista de Fuendetodos es uno de los ejes principales.


La consejera de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, y el director del Museo de Zaragoza, Miguel Beltrán, presentaron hoy, con motivo del Día Internacional de los Museos, el óleo sobre tela 'La Letra con sangre entra' del pintor aragonés, que ha sido adquirido por el Gobierno de Aragón a la Galería Caylus de Madrid por 2,5 millones de euros.


El boceto, de pequeño formato (19,7 por 38,7 centímetros), data de 1780-1785, y es fundamental en el entendimiento de la evolución cronológica de Goya, aporta también una visión sobre Aragón, con una crítica ácida del sistema pedagógico de aquella época.


"Desde 2007, iniciamos un proyecto de adquisición de obras de Goya, para llevar a cabo el proyecto de ampliación del Museo de Zaragoza, y resaltar a este artista como referente cultural", indicó el director del museo, Miguel Beltrán. En 2007 se compró la 'Biblioteca Particular' de los Hermanos Tolosa Playán que ofrece 2.500 volúmenes sobre Goya, se consiguió una colección de grabados originales, además de el 'Retrato de Luis María de Borbón y Vallabriga".


'La letra con sangre entra' representa una escena de escuela, en la que el maestro está en actitud de azotar con un latiguillo a un alumno que descubre las nalgas, y que adopta la postura para recibir el castigo. A la derecha, otros alumnos que ya han recibido la lección, recomponen sus ropas y en medio del llanto por el castigo recibido, mientras que en el fondo a la derecha de la escena, la sombra del cuadro envuelve a otros niños que se aplican a sus tareas.




La luz del cuadro, muy significativa, entra por un amplio ventanal, e ilumina la escena principal que tiene como punto focal el cuerpo del alumno recibiendo el castigo, y se plasma como denuncia de la defectuosa educación de los niños, apuntada en determinadas estampas de los 'Caprichos'.


Iconográficamente, se anota la presencia del perrito que refleja la sumisión, los libros compartidos que simbolizan la escasez de recursos compartidos, y los escolares ataviados con ricos ropajes, que muestra la buena e injusta posición económica de unos niños.


"Este lienzo está enmarcado en un momento muy singular de la creación de Goya, que en aquella época trabajaba para la Real Fábrica de Santa Bárbara de Madrid y realizaba sobre todo retratos religiosos. Por tanto, no pudo ser otra cosa que un boceto y convertirse en un cuadro. Es muy significativo porque atisba las críticas que iba a plantear en las obras posteriores", subrayó Miguel Beltrán.


Un intenso trabajo de investigación permitió conseguir el lienzo que perteneció, primero a "un canónico desconocido en el siglo XIX, según indican algunos escritos de José Ortega y Gasset. Hacia el año 1920 pasó a formar parte de la Colección Rosillo de Madrid, aunque en estos últimos años no se conocía el paradero del boceto.


Además de contar con un fondo estable de unas 200 obras de Goya, el Museo de Zaragoza acogerá une serie de exposiciones temporales que se iniciarán con la exhibición 'Goya a Italia' que reunirá a 200 colecciones, 300 cuadros, 70 de ellos de Francisco de Goya.