MÚSICA

Melenas al viento en Valdespartera

Más de diez mil 'metaleros' de toda España desafiaron al cierzo zaragozano para disfrutar del guitarreo del festival Metalway.

Europe, en plena actuación
Melenas al viento en Valdespartera
ESTHER CASAS

No hizo falta ningún ventilador industrial. Las tupidas melenas de los cantantes se movían gracias al fuerte cierzo que soplaba ayer en Zaragoza. Fuertes rachas y un intenso frío al caer el sol que no lograron acobardar a los amantes de la música heavy. Ya están acostumbrados a luchar contra los elementos: el año pasado, una tromba de agua obligó a suspender el festival. Afortunadamente, en esta edición el viento no fue a mayores y los conciertos se celebraron sin problema.

 

Asistir al Metalway es como adentrarse en un parque temático heavy. Desde el momento en que los guardias de seguridad colocan la pulsera, tan parecida a la del Parque de Atracciones, los típicos escenarios se despliegan ante los ojos del visitante. Como si se tratara de un vídeo musical de 'Tocata', el universo se llena de hombretones de pelo largo, camisetas de mangas recortadas, niñas de carmín negro y, sobre todo, mucho buen rollo.

 

"No verás nunca ni una movida rara en estos festivales", asegura Carmen, una zaragozana que no se pierde ni una de las citas heavies que se dan en la ciudad o los alrededores. "Donde quiera que toque un grupo de los nuestros, allá que vamos", tercia su compañero, Pablo. Antes de formularles la pregunta, ya dedujeron que venía de un periodista. "¿Por el cuaderno? Qué va, por la ropa que llevas, a quién se le ocurre venir con camiseta de rayas rosas". Con un gesto, señala a su alrededor. Un chico vestido con falda escocesa y botas gruesas, saluda. A su lado, una jovencita de apenas 16 años se ha quitado la blusa para pasear en sujetador. Carmen no está preocupada por el viento, más bien lo agradece: "Solo de pensar en el calor que hubiéramos pasado, me quedo con el cierzo".

 

De la mañana, a la noche

El viento no dio tregua ni tampoco el guitarreo. Si bien la fiesta empezó tímidamente con los españoles Sabatan, el escenario se calentó con el heavy ochentero de Axxis, que convirtieron el mediodía en un viaje en el tiempo hacia los radiocassettes y las baladas rockeras de los años 80. Los ocultistas Samaël dieron paso a uno de los platos fuertes del día, Sodom, cuyo líder, el carismático Tom Angelripper, lo dio todo por Zaragoza.

 

El primer 'bajón' del día llegó con Loaded, la banda de Duff McKanagan, ex de Guns'n'Roses. "No es porque aburran, es que también hay que descansar", dice Loli, valenciana que ha venido al festival para ver a Barón Rojo, su grupo favorito. Como ella, son muchos los que se han animado a viajar hasta Zaragoza para asistir a la histórica reunión de los antiguos miembros del grupo. "Es un concierto único -insiste Loli-, soy seguidora desde hace veinte años y nunca pensé que los vería". La valenciana se aloja en el cámping que la organización ha habilitado en Valdespartera.

 

Las rachas de viento cortan la respiración y han dado más de un disgusto a los campistas. "Se nos han roto dos tiendas y solo nos queda una... individual". Víctor ha venido con sus amigos desde La Coruña y no cree que la solución sea meterse con todos en una tienda tan pequeña. Los mira de reojo y cambia de conversación: esta noche toca Blind Guardian, su grupo de toda la vida. "Y la semana que viene, Manowar y Warlock", interviene Félix, "así que tendremos que pasarnos toda la semana sin tiendas".

 

Pasado el tedio del mediodía, la tarde se calienta con Riot. De nuevo, manos al aire y mucho 'guitar air', guitarreo simulado.

 

Jarana nocturna

No lejos del escenario, en la carpa de firmas, se agolpa una multitud. Dentro está el grupo Europe y los fans están nerviosos."Somos de toda España", resume la madrileña Vicenta. Ha venido con su hija Elena para verlos en directo. "Ella se ha ido al escenario, quiere estar en primera fila. Yo prefiero que me firmen y verlos de cerca", explica.

 

Junto a ella, Rosa y Joan, madre e hijo y también seguidores. Y detrás, Gloria de Ávila, María José de Valencia y Roberto, de Cáceres. Con seguridad, ninguno quedó defraudado cuando el líder de Europe, Joey Tempest, se lanzó al ruedo para entonar el 'Last Love at Eden'. Al final del concierto, el clásico 'The Final Countdown' elevó al público a la altura que el cartel nocturno merecía. WASP, Blind Guardian, Children of Godom y, como gran final, la reunión de Barón Rojo.

 

La organización cifró en casi diez mil los asistentes durante la jornada, una cifra algo más baja de lo esperado y que se explica por la coincidencia de fechas con el festival Kobetasonik de Bilbao. Para el próximo fin de semana, se espera que las cifras mejoren.

 

Hoy, Zaragoza recibirá a la gran Lita Ford, leyenda del rock y mito sexual de los 80. Los nórdicos Opeth y los británicos Paradise Lost destacan en el cartel dominical, pero los protagonistas de esta noche serán Heaven & Hell, la formación compuesta por miembros de Black Sabbath y Dio, que tocará en Zaragoza el que será su único concierto en tierras españolas.