JOTA

Los chinos se marcan un 'punta, tacón'

La pareja zaragozana formada por Álex Aldea y Sandra Aragón han representado a la Comunidad, a través de la jota, en el pabellón español de la Expo de Shanghái.

Sandra y Álex, recién llegados de su periplo oriental.
Los chinos se marcan un 'punta, tacón'
CARLOS MONCíN

¿Puede una 'Fantasía de Aragón' desarrollarse en China? No solo puede, sino que ya lo ha hecho. Ese es el nombre del espectáculo que el Gobierno aragonés mandó a la Expo de Shanghái para representar a la comunidad. Y sus dos caras más visibles, los bailarines Álex Aldea y Sandra Aragón, han vuelto hace poco de allí, dejando el pabellón -el de España, concretamente- muy alto. ¿Su misión? Llevar al público oriental algo muy nuestro: la jota. Y no una cualquiera, sino una coreografía que reflejara la evolución del baile desde sus comienzos. Y, además, acompañados de una música especial: violín, viola, violonchelo y un piano, instrumentos poco asociados al folclore aragonés. "Queríamos hacer algo distinto, contar una historia en diez minutos -cuenta Álex-. Yo represento a Aragón y ella, a la danza. Nos enseñamos el uno al otro y, al final, bailamos la jota". Y tanto. Hasta seis veces diarias, durante una semana, salían a escena para interpretar el baile que idearon con la ayuda del coreógrafo del Plata, Amador Castillo, "que no sabe mucho de jota, pero sí de escenografía", bromea Álex. ¿El resultado? El Auditorio español a reventar. "El aforo era para cien personas, pero se amplió a 150 porque se llenaba", informa Sandra.


Menos mal. Porque estos zaragozanos llevaban dos meses sin dormir. "La empresa encargada, Ad Hoc Gestión Cultural, nos lo había propuesto. Y cuando nos comunicaron que su proyecto había sido el elegido, no nos lo creíamos", recuerda Sandra. Su primer escollo: cómo sonarían las castañuelas sin el acompañamiento de la rondalla. Quedaron con el compositor de la música, Gonzalo Alonso, y empezaron a trabajar, ensayando siempre que podían. Lo tenían fácil porque, como explica Álex, parafraseando a Armando Manzanero: "Somos novios. Pero ella tiene su pareja y yo la mía". No asustarse, que se refiere a la artística. Los dos son joteros, pero no les había tocado bailar juntos de manera profesional. "Nos hemos reído, pero también nos hemos desesperado. Un día, le hice levantarse de la cama porque se me había ocurrido una idea", revela Álex.


Su mayor miedo era si los chinos entenderían el arte aragonés. Pero la recepción demostrada, con entrevistas de los medios de la ciudad, y la visita de personalidades como el consejero Velasco o el presidente de la Cámara de Comercio de Zaragoza, se lo quitó pronto. "Nos dio mucho descanso, porque su crítica fue buena. El público chino era comedido, pero aplaudía mucho y se sacaba fotos con nosotros. Nos preguntaban qué diferencia hay con el flamenco, por eso de las castañuelas", relata Sandra.


Para ellos, la mayor diferencia es que, en el sur, alguien puede vivir del flamenco. Pero esta pareja no se puede quejar. Al menos, han logrado importantes reconocimientos. Sandra, por ejemplo, fue premio extraordinario del Certamen Oficial de Jota de Zaragoza en 2005. Por su parte, Álex recibió el premio ordinario en la convocatoria de 2009. "Invertimos mucho tiempo en la jota y este viaje ha sido una recompensa a nuestra carrera", comenta Sandra.


Su periplo no ha sido como el de 'Lost in translation'; ha habido poco tiempo para el turismo. Y menos en la propia Expo, veinte veces más grande que la de Zaragoza. "Un día fuimos al pabellón de China y tuvimos que coger el bus dentro de la misma muestra", recuerdan. Lo único que han aprendido del idioma es "no picante", y fue a base de quemarse los morros en los bares. Pero, personalmente, han aprendido mucho más: "Era la primera vez que hacíamos una coreografía profesional y, ahora, queremos completarla y presentar aquí un espectáculo de una hora", anuncian. Si fueron capaces de recrear una 'Fantasía de Aragón' en China, ¿por qué no aquí?


"Muchos nos preguntaron la diferencia entre la jota y el flamenco. Debe de ser por eso de las castañuelas..."