ARQUEOLOGÍA

Los arqueólogos tratan de desvelar el misterio de Stonehenge

Unas excavaciones sin precedentes en casi medio siglo intentan comprender por qué, hace unos 5.000 años, cientos de hombres prehistóricos hicieron esfuerzos descomunales para erigir el monumento megalítico de Stonehenge, en el sur de Inglaterra.

Unas excavaciones sin precedentes en casi medio siglo intentan comprender por qué, hace unos 5.000 años, cientos de hombres prehistóricos hicieron esfuerzos descomunales para erigir el monumento megalítico de Stonehenge, en el sur de Inglaterra.


Estas excavaciones, iniciadas el martes, consistirán en apenas un foso de 3,5 metros de largo y menos de un metro de profundidad, pero podrían desvelar un misterio antiquísimo.


"Es la primera oportunidad de utilizar la arqueología científica para indagar un problema pendiente desde la Edad Media", dice Timothy Darvill, responsable de la cátedra de arqueología de la Universidad de Bournemouth, que se interesa en Stonehenge desde su infancia.


Sin embargo, nunca se ha sentido tan cerca de comprender el porqué y el cómo de uno de los alineamientos de menhires más importantes del mundo, incluido en el patrimonio mundial de la UNESCO en 1986.


Hacia el año 2.600 antes de Cristo, cientos de hombres, o quizás miles, erigieron 80 menhires en una meseta donde ya se había excavado, 400 años antes, un foso circular. El alineamiento fue perfeccionado hacia el 2.400 antes de Cristo, cuando piedras aún más grandes fueron levantadas en el centro de la estructura, siguiendo un esquema concéntrico.


Actualmente, en el llano cubierto de hierba de Salisbury, sólo se conserva el 40% de la estructura. Pero la majestuosidad de los 17 menhires que quedan, coronados con seis dinteles, atraen a unos 850.000 visitantes al año.


Los bloques de arenisca, que pesan hasta 45 toneladas, fueron transportados desde una cantera situada a más de 30 km de distancia. Se ignora cómo los llevaron. Según estudios, habrían hecho falta hasta 600 hombres para arrastrarlos. Tampoco se sabe exactamente cómo colocaron en lo alto de los menhires, de seis o siete metros, dinteles de piedra que también pesan toneladas.


Merlín y los extraterrestres


En la Edad Media se atribuía el logro al mago Merlín, o incluso al diablo. En la actualidad algunos no dudan en apuntar a una intervención extraterrestre. Pero más que el cómo, es el porqué lo que mantiene en vilo a los expertos.


El alineamiento del monumento, en dirección de la salida del sol en el solsticio de verano, ha alimentado la teoría de un observatorio prehistórico. También se habla de un posible templo para los sacrificios o los druidas.


"Es un rompecabezas, un jeroglífico", concede Timothy Darvill. El profesor tiene otra teoría. En torno al círculo de Stonehenge ("piedras en pie", en inglés antiguo) fueron enterradas muchas personas muertas por enfermedades. En el centro se encontraban además 80 "piedras azules", menhires cuyo color hizo creer que tenían virtudes terapéuticas.


Los arqueólogos intentarán encontrar "fragmentos de piedras azules" y ver si fueron cortados con esmero, para ser llevados a modo de talismán curativo, explica Liam Wolley, estudiante de arqueología.


Las excavaciones sólo durarán, en principio, dos semanas, hasta mediados de abril, pero el análisis de las extracciones tardará "probablemente seis meses", según el profesor Darvill. No obstante, si las muestras confirman la tesis del templo dedicado a la curación, sólo se tratará de un "elemento de prueba", reconoce.