TEATRO PRINCIPAL

LaMov transforma en danza los conflictos entre la fe y la ciencia de Servet

El Teatro Principal de Zaragoza estrena mañana un espectáculo alegórico y metafórico sobre los conflictos intelectuales y religiosos que acompañaron al científico aragonés Miguel Servet a lo largo de su vida y que la compañía LaMov ha transformado en danza.


En 'Servet o la soledad', el director de la compañía de danza, Víctor Jiménez, ha querido trasladar al espectador los pensamientos que el científico pudo tener en su camino hacia la hoguera antes de morir en soledad.


Así, Jiménez, apoyado en la escenografía de José Luis Cano, ha construido un espectáculo con dos vertientes: una "elevada y espiritual" y otra terrenal y cotidiana que conforman los "dos mundos paralelos", el de la ciencia y el de la fe, con que se desarrolló la vida de Servet, ha explicado en rueda de prensa el director de LaMov.


Para Jiménez, el conflicto trinitario del universo interior del científico, las alusiones al tres son el "leit motiv" del espectáculo, donde se sucede continuamente desde "el solo más absoluto, a todo el mundo o el trío".


Jiménez ha reconocido que ha sido un trabajo "exhaustivo y muy arduo" que ha culminado en un espectáculo "redondo" que "va a gustar muchísimo".


Para explicar la esencia de Servet, su espíritu crítico y su libertad de pensamiento, Jiménez utiliza imágenes visuales en las que el lenguaje se transforma en movimiento.


Pero también se apoya en la música, un factor "muy importante" porque es la que sirve para marcar las dos vertientes del espectáculo, el órgano para la espiritual y el sonido de los bombos y tambores de la cofradía para la terrenal.


En la obra, de una hora de duración, participan siete bailarines, la organista Ester Ciudad, quien interpretará piezas compuestas por Jorge M. González, la soprano Nikolina Stoianova y la colaboración de la sección de instrumentos de la Hermandad y Cofradía de Jesús de la Humildad de Zaragoza.


El espectáculo, patrocinado por Ibercaja y el Gobierno de Aragón, se enmarca en los actos de conmemoración del quinientos aniversario del nacimiento del teólogo, científico y humanista Miguel Servet, condenado a morir en la hoguera a los 42 años por sus disquisiciones teológicas.