DOCUMENTAL

Isabel Coixet: «España necesita más gente como Garzón»

La directora catalana presentó ayer en la Berlinale su filme sobre el juez.

«España necesita más gente como Garzón», subrayó ayer Isabel Coixet tras la presentación de su documental 'Escuchando al juez Garzón' en la Berlinale. La directora de 'La vida secreta de las palabras' explicó que la decisión de rodar la película obedeció más a «un impulso» por contar lo que estaba pasando que a una voluntad política. «Cada día me indignaba cuando leía todas esas mentiras en los medios porque creo que España necesita más Garzones y porque creo que es inocente», agregó.


«Como país, no podemos permitirnos perder a nuestra mejor gente», opinó Coixet, y subrayó: «Me gustaría que en España hubiese más gente como él, que crea realmente en la justicia».


El documental, que tuvo su estreno mundial en Berlín, se centra en una entrevista que el escritor Manuel Rivas hace al juez de la Audiencia Nacional, suspendido de forma cautelar por presunta prevaricación en su investigación sobre los crímenes del franquismo. En él, Baltasar Garzón, que trabaja en la actualidad como asesor en la Corte Penal Internacional de La Haya, destaca que le está costando «sangre, sudor y lágrimas» hacer frente a las «calumnias» y enfatiza: «Lo único que pido es que me juzguen ya, para poder defenderme. Llevo dos años esperando para un caso que no tiene nada que investigar», añade.


Coixet aseguró no haber sufrido presiones, pero manifestó su extrañeza por que las televisiones no hayan visto el documental, «aunque no lo pasen». Rechazó las voces que acusan a Garzón de tener demasiado ego y recalcó que a ella le costó «muchísimo» convencerlo para participar.


Por su parte, Dieter Kosslick, director de la Berlinale, explicó que «hasta que vimos este documental, en Alemania no sabíamos mucho de Garzón. Nosotros también necesitamos más de 60 años para superar el Holocausto y el nazismo. Creo que cintas así son necesarias en una Europa unida».

 

'Coriolanus' del siglo XXI

En la sección competitiva, la Berlinale llegó a su ecuador sacudida por dos tragedias: la shakesperiana 'Coriolanus', sobre la Roma del siglo V a. C., y la no tan lejana 'V Subbotu', que retrata el fatídico sábado de 1986 en que se produjo la catástrofe nuclear de Chernóbil.


Ralph Fiennes interpretó al general romano Coriolanus hace diez años en el teatro y la idea de llevarlo al cine se convirtió en su obsesión. Su estreno en la dirección recibió ayer un sonoro aplauso. «Tras el 11-S no paré de ver en los periódicos imágenes de guerras y protestas... Es un tema de gran actualidad, más aún desde la crisis económica», dijo Fiennes, que además da vida al protagonista, desterrado de Roma, que por venganza monta en armas contra su ciudad natal. «Creo que Shakespeare es un provocador», afirmó Fiennes. Vanessa Redgrave, como la madre de Coriolanus, es firme candidata al Oso de Plata.


'V Sobbotu' también tuvo una notable acogida por parte de crítica. El director ruso Alexander Mindadze se centra en los sentimientos de un joven oficial del Partido Comunista (Anton Shagin) cuando se entera la explosión en Chernóbil.