La madrileña galería Fernando Latorre presenta hasta el 20 de marzo la pintura cárnica, energética y colorista del zaragozano José Moñú (1981). Bajo el título 'Testigo ocular' muestra 16 lienzos del artista, de gran tamaño, en los que se abre paso su particular imaginario de una manera instintiva e impulsiva, a la vez que con un cierto matiz de crítica. Una pintura espontánea y visceral en la que, como él dice, "la técnica está muy trabajada, muy pensada".

Antonio Saura, Jean-Michel Basquiat, Willen de Koonin, Francisco Bacon y Francisco de Goya son pintores que admira. Habla a través de un mundo de color en el que se entrecruzan dibujo y mancha a la par que empaste y trazo.

Él asegura que su intención es hacer un expresionismo surrealista, de motivos infantiles realizados con violencia. Por ello quizás títulos de cuadros como 'Será el perro de Supermán' y 'Guerra en el país de las maravillas'. Y 'La gallinita ciega', que nos remite a Goya.

Sus sujetos, reducidos a bustos, adquieren un aspecto monstruoso, como ocurre en sus 'Atracador ciego', 'Atracador sin sueldo', 'El hombre bombilla' y el 'Papa de Roma'.

José Moñú reinventa la realidad social y urbana y no faltan referencias concretas, como ese 'Jackson' alusivo al rey del rock y la figura del jugador de baloncesto 'Dennis Rodman' tocado con una peluca verde. "Son personalidades excéntricas que me interesan y atraen en un momento dado", dice José Moñú.

Es la segunda ocasión que el joven zaragozano expone en solitario en esta sala madrileña, en la que ya colgó su trabajo en 2007. Para quien tenga la oportunidad, vale la pena echar un vistazo al original catálogo, diseñado por Miguel Frago, y con fotografías de Fernando Latorre y el propio José Moñú.

Este año 2010 llega su proyección internacional. En abril se traslada a Berlín, donde permanecerá tres meses becado. En junio su obra viajará a una feria de arte contemporáneo en Basilea, para en septiembre recalar en Barcelona.