LITERATURA

El fenómeno Stilton devuelve a los niños la pasión por la lectura

Desde Kika Superbruja no se daba una empatía igual entre un personaje de ficción y sus lectores más exigentes. El ratón periodista con nombre de queso ha ido más allá: alimenta la imaginación de millones de chavales en España

Este sábado se celebra el Día Internacional del Libro Infantil.
El fenómeno Stilton devuelve a los niños la pasión por la lectura
MAITE FERNÁNDEZ

Geronimo (sin acento, que es sajón) viste un impecable traje verde, corbata roja y unos quevedos redondos sin puente cerca de la punta de la nariz. Recuerdan a Gandhi y quizá tengan algo que ver con su forma pacífica de vivir intensamente la vida. Le pasa de todo a este ratón periodista, y trata siempre de salir adelante con las armas más poderosas a su alcance: la imaginación y el optimismo.


A primera vista, este argumento podría llevar a conclusiones erradas: otro producto edulcorado para niños, que sus padres utilizan más como narcótico emocional que como elemento pedagógico o lúdico. Pero no: de eso, nada. Las aventuras de Geronimo Stilton, el editor del 'Eco del Roedor', el periódico más popular de Ratonia, aparecieron por primera vez en 2000 y son un fenómeno editorial sin precedentes en España desde hace un par de años. Han conseguido que la cara amable de la vida no tenga un exceso de azúcar, que la comunicación con los niños sea fresca y sana, sin necesidad de llenarla de sirope semántico y recursos trillados. Stilton, que por cierto reclama la autoría de sus propias obras (aunque la responsable de idearlas es la italiana Elisabetta Dami), habla a los niños en su idioma, e intercala al mismo tiempo palabras del mundo adulto que los 'peques' comprenden gracias a un magnífico arsenal de recursos gráficos.


La cosa promete, ¿verdad? Pues súmese a todo esto una estructura de capítulos cortos, una sabia política de dosificación creativa e interconexiones entre volúmenes, una serie de libros cortitos que los niños devoran con orgullo, unos cuantos volúmenes especiales que los padres compran con una sonrisa en los labios... y tendrá un super éxito, de los que resisten la época de crisis.


Geronimo sabe cómo contar las cosas. Un ejemplo: "Siempre intento ser honesto con los demás. También lo seré esta vez. Pensaba que sufriría una perforación de tímpanos por culpa del exceso de volumen de la música, que me aburriría mortalmente, que no me gustaría bailar...Y en cambio, ¡me divertí con locura!". Riqueza de vocabulario, sin caer en lo churrigueresco. Objetivo logrado.


Eso sí: el elemento distintivo de estos libros es la respuesta cromática y tipográfica a las emociones de los personajes. Por ejemplo, si en una escena surge el enfado, el miedo o la alegría, las letras cambian de forma y color. A veces, incluso, se inserta una nota marginal con una trama de otro color para destacar algún detalle tocado por la historia que se está contando. Meterse en la acción es sencillo pero, al mismo tiempo, requiere de una atención especial para disociar los focos de atención, controlar los cabos que se van dejando sueltos, relacionarlos luego y seguir el argumento con el interés renovado. Se trata de aprender a leer: los niños lo asimilan de manera natural... y sin necesidad de que sus padres les den la lata, con el loable afán de que sus hijos no sean opositores a consumir (o protagonizar) telebasura demasiado pronto.


Cifras con muchos ceros


Destino, la editorial que distribuye a Stilton en España, arroja números de escándalo: los 36 libros del ratón reportero han vendido globalmente en nuestro país dos millones y medio de ejemplares. Los cuatro volúmenes especiales suman otros 900.000 volúmenes vendidos. Eva Cosculluela, de la librería Los Portadores de Sueños, atribuye el éxito a varios factores. "La editorial se ha movido muy bien, las Navidades de 2007 ya fueron muy potentes con Stilton y estas últimas, más. Las madres vienen preguntando por esos libros con letras de colores y muchos olores. Y los niños se han hecho con el personaje, hasta los más pequeñitos". Porque las aventuras de Stilton se comprenden mejor desde los 8 ó 9 años, por ciertas referencias históricas y usos del lenguaje, pero sus seguidores se encuadran en el espectro de los 5 a los 12 años. Ahora ha salido una serie paralela con Tea Stilton, la hermana de Geronimo. En la sucursal zaragozana de la Casa del Libro, a pesar de tratarse de un fenómeno previsto, también se sorprendieron en Navidad con la cantidad de reservas de los omnipresentes libros amarillos. Lo bueno del caso es que Stilton arrasa en el mercado, pero no lo copa: al calor de su éxito han aparecido nuevos personajes y series que se aproximan a sus jóvenes lectores de un modo similar pero, naturalmente, desarrollan productos y personajes propios.


El número 37 sale en la primera semana de abril. Poco después, el cuarto volumen de la Fantasía. Los niños esperan. Los padres, también. Mientras, aumenta la frecuencia de los vuelos virtuales a Ratonia...