LUIS GRAÑENA

«Con la caricatura se puede ser frío y distante, aunque parezca lo contrario»

Instalado ahora en la localidad turolense de Valderrobres, el dibujante zaragozano está publicando sus caricaturas en prestigiosos periódicos y revistas de todo el mundo.

«Con la caricatura se puede ser frío y distante, aunque parezca lo contrario»
«Con la caricatura se puede ser frío y distante, aunque parezca lo contrario»

«Ilustrar es dar forma a una idea, un concepto que se vuelca en una imagen de manera que se haga comprensible y digerible». Con estas sencillas palabras, Luis Grañena (Zaragoza, 1968), uno de los representantes del periodismo gráfico más reconocidos internacionalmente, resume una filosofía de trabajo que en él ha alcanzado la maestría gracias a su habilidad para la caricatura.


Cuatro trazos certeros y listo. Parece fácil.

Con el tiempo llega a ser algo automático, los rasgos se ven rápido, pero luego hay que pulir la primera impresión hasta dar en el clavo, lo cual no siempre se consigue, sobre todo si el tiempo es escaso. Y eso, trabajando para prensa, siempre ocurre. Intento que me pidan las caricaturas con un día por lo menos, pero en la mayoría de las ocasiones los periódicos solo me dan tres o cuatro horas. Lo peor es si en ese momento no estás fino. Entonces, las cosas no salen por mucho tiempo que tengas.


¿De dónde sacó ese sexto sentido para la caricatura?

No lo sé. Antecedentes artísticos familiares no tengo. La verdad, sí es una habilidad, pero he tenido que explotarla y entrenarme para mejorar. Las horas que uno dedica a algo se notan.


Desde Valderrobres, donde vive ahora, la creatividad de Grañena ha saltado fronteras y continentes y hoy son testigos de sus satíricos retratos lectores de periódicos y revistas de todo el mundo: 'The New Yorker' y 'Vanity Fair' (Estados Unidos), 'Libération' (Francia), 'Expresso' (Portugal), 'Semanario Económico' (Angola), 'La Tercera' (Chile), 'La Gaceta de los Negocios' (España)... de la comarca del Matarraña, a medio mundo. ¿Cómo trabaja?

Gracias a internet, ya da igual desde donde trabajes. El proceso es siempre igual. Llega un correo electrónico pidiéndome una ilustración. Luego busco documentación por mi cuenta y me pongo manos a la obra con el lápiz y el papel. Después me llevo el dibujo al ordenador y lo termino con Freehand y Photoshop.


Varía el humor gráfico según los países. ¿Respetan su trabajo?

No he notado diferencias entre los distintos medios de diferentes zonas geográficas. Y sí, respetan mi trabajo, aunque puede haber retoques en función de las necesidades de maquetación, no por los contenidos.


Y en cuanto a los límites. ¿Se puede uno reír de todo?

No creo que los haya más allá del sentido común o la delicadeza que uno puede tener, muy subjetivo todo.


Estuvo casi dos décadas trabajando en un diario, en HERALDO DE ARAGÓN. ¿Qué aporta un ilustrador a un periódico?

Un ilustrador debe saber aunar el concepto claro y la imagen. La línea editorial del periódico o revista también tiene que ver con el posicionamiento del ilustrador. Su mirada debe ser crítica. Sin embargo, creo que con la caricatura se puede ser frío y distante, implicarte menos que con otro tipo de ilustración, aunque parezca lo contrario.


¿Le preocupa encasillarse en la caricatura? ¿Le gustaría hacer otro tipo de ilustración?

El problema es la cantidad, no el tipo de trabajo. Entre caricatura e ilustración no tiene por qué haber grandes diferencias. Todo es dibujar. Sí es verdad que lo ideal sería un equilibrio entre ambas, pero... Si en diez años sigo igual, será culpa mía, hay que reinventarse a tiempo.


¿Alguna de sus criaturas le ha calado más que otra?

No tengo personajes preferidos. Eso sí, lo que más me piden es caricaturas de políticos famosos y a veces es difícil hacer nuevas versiones. Zapateros y Obamas ya he hecho un montón...


¿Sería distinto hacer un retrato de alguien al natural? ¿Se atrevería?

No es mi forma de trabajar. Lo veo bastante difícil, por cierto.


¿Cuántas caricaturas habrá hecho hasta el momento?

No las he contado pero ya pasarán de mil, seguro.


¿Quiénes son sus artistas, sus ilustradores de cabecera?

Hay muchos donde escoger, ilustradores y caricaturistas buenísimos de todas las épocas. Por ejemplo, Hal Hirschfield, Phillip Burke, André Carrilho, Ralph Steadman... de todos se aprende algo.


¿Cómo ve un ilustrador el giro que están dando los medios de comunicación espoleados por el auge de la producción digital?

Lo digital no tiene por qué afectar a los ilustradores ya que se trata de un paso más en la evolución de los soportes de nuestro trabajo, aunque tengo que decir que el papel me gusta mucho.


Hace dos años emprendió una nueva aventura profesional, llamada Local Estudio, junto al también dibujante Alberto Aragón.

De momento, hemos tenido muchas satisfacciones y también demasiadas horas de trabajo. Cuando eres tu propio jefe, te exprimes, no hay dolor.


Este próximo miércoles, tiene una cita con los alumnos de Ilustración de la Escuela de Arte de Zaragoza.

Espero que les interesen las caricaturas porque llevaré unas cuantas.


¿Cuáles son sus proyectos e ilusiones artísticas?

Me gustaría hacer alguna exposición con todos mis trabajos y, más adelante, quiero dedicar más tiempo a la ilustración de libros.