Ópera

Ainhoa Arteta debuta por derecho en el Real con un "exigente" 'Don Giovanni'

Arteta llevaba haciendo méritos desde que empezó a cantar, pero no logró su propósito hasta que el intendente del teatro la quiso en el reparto de 'Don Giovanni'

Ainhoa Arteta
Ainhoa Arteta debuta por derecho en el Real con un "exigente" 'Don Giovanni'
EFE

Ainhoa Arteta está haciendo un trabajo "inmenso" con su debut "por derecho" en el Real: 'Don Giovanni', de Mozart, a las órdenes escénicas del "exigente" Dimitri Tcherniakov ("Macbeth") y está entregada a ello porque quiere estar a la altura, como mínimo, de su exitosa presentación del pasado verano.


Arteta llevaba haciendo méritos para actuar en el Real casi desde que empezó a cantar, en 1990, pero no logró su propósito hasta que el intendente del teatro, Gerard Mortier, la quiso para Doña Elvira en el reparto del 'Don Giovanni' que se estrena el próximo día 3 y en el que comparte escena con Russell Braun, Paul Groves, Christine Schaáfer y Mojca Erdmann, entre otros.


Pero, "como siempre sucede", subraya la soprano en una entrevista "uno planea y la vida pasa" y lo que pasó fue que la titular de 'Cyrano de Bergerac', Sondra Radvanovski, se puso enferma y el director de escena, Petrika Ionesco, y el de orquesta, Pedro Halffter, pensaron que nadie mejor que ella para sustituirla al lado de Plácido Domingo. Y el publico la aplaudió a rabiar.


"Noté que había muchas ganas de verme, sí, pero tuve mucha suerte porque es un rol muy difícil, que no mucha gente hace. Vine en volandas, con poquísimos días de ensayo y fue posible porque ya conocía la producción y conocía muy bien a Petrika. Fue todo maravilloso", rememora encantada.


Impetuosa y tan insegura como perfeccionista, la tolosarra tiene ahora por delante el desafío de 'Don Giovanni': "Le das muchas vueltas a la cabeza. Cantar Mozart es difícil y cada vez te pones más nerviosa, lleves los estrenos que lleves. Siempre digo que por bueno que sea siempre serán mejores las funciones. La última -revela- es mi preferida".


La dirección de Tcherniakov es, asegura, "muy compleja e intensa" y se entiende que sea así cuando se ven sus ensayos.


"Son ocho horas al día exhaustivas porque es repetición tras repetición. Cada palabra tiene su expresión. Tcherniakov explica cada papel y puede desdoblarse de una forma camaleónica en la dramatización. Es un gran maestro y estoy aprendiendo muchísimo".


Le encanta actuar y se le notan sus cinco años en el Actor's Studio de Nueva York pero reconoce que es "duro" toparse con un director como él porque, al fin y al cabo, ellos son, por encima de todo, cantantes.


Eso explica que algunos "se cierren en banda" ante las peticiones que les hacen los directores artísticos, pero cuando hay "tantos días de ensayo" como en esta producción del Real, acaban viendo que cosas "que parecían imposibles" se pueden conseguir "por increíble que parezca".


"Lo estoy disfrutando pero es una de las óperas más delicadas y exigentes a nivel vocal que existen, con lo que llegar a situaciones límite en expresividad corporal a la vez que cantas cosas tan difíciles y delicadas es un gran reto", resume.


Tcherniakov, alaba, "se sabe" la partitura "mejor que ninguno" y "por eso" es tan "minucioso" explicando cada pasaje: "necesita explicarlo concienzudamente; quiere que entendamos el punto de vista de nuestro personaje, que todos cuenten una historia, que encajen como en un puzzle para que sean creíbles".


Su personaje, la "enrabietada" Doña Elvira que imaginaron Da Ponte y Mozart, es ahora una mujer atormentada, sin autoestima, enamorada al límite, muy insegura y "enganchadísima" al amor que siente por Don Giovanni, por el que es capaz "de todo".


El director de escena ha querido "darle una vuelta de tuerca" y acentuar que doña Elvira es una parte más dentro de un núcleo familiar que quiere destruir al paradigma de la libertad que es don Giovanni y que representa "una sociedad corrupta y sin sentimientos".


La ópera ha cambiado "muchísimo", sostiene Arteta (1964), porque si antes eran los solistas y el director musical los protagonistas, ahora son los directores de escena "los que mandan", quizá, especula, porque ya se han hecho y rehecho los títulos del repertorio de una forma tradicional y ahora es el tiempo "de ir un poco más allá".


"La acción va por encima de los textos, que son un vehículo para el libreto. Cuando un director de escena se lo tiene muy trabajado, como es este caso, se nota muchísimo".


Después de esta volverá al Real la próxima temporada con 'Los Cuentos de Hoffmann' y, por pedir, lo que le gustaría es "ser una habitual" de ese teatro aunque eso suponga un ir y venir constante para cumplir con los compromisos que tiene firmados hasta 2017: "los cantantes somos casi azafatos. Solo la disciplina nos salva", se ríe.