Literatura

Aloma Rodríguez: "Hay que moverse, aunque sea para equivocarse"

La escritora zaragozana presenta 'Solo si te mueves' (Xordica), una novela que mezcla humor, amor y sexo que transcurre en Dinópolis y Teruel.

Aloma Rodríguez
Aloma Rodríguez: "Hay que moverse, aunque sea para equivocarse"

La escritora Aloma Rodríguez (Zaragoza, 1983) publica 'Solo si te mueves' (Xordica), una novela de aprendizaje que transcurre en Teruel y que entremezcla amor, humor y sexo en un perfecto combinado narrativo, una agitación literaria con la que emerge como Nuevo Talento Fnac. Esta tarde presenta su tercer libro (Fnac Plaza de España, 20.00), después de 'París tres' (Xordica, 2007) y 'Jóvenes y guapos' (Xordica, 2010), junto a los periodistas Eva Hinojosa y Miguel Mena. 


¿Qué le llevó a escribir este libro años después de su paso por Teruel?

En realidad, empecé a trabajar en esta novela al poco tiempo de que saliera mi primer libro, 'París tres', pero en medio escribí los cuentos de 'Jóvenes y guapos'. En la primerísima versión, la novela era muy diferente. Ha ido creciendo conmigo, con mis lecturas, las películas que he visto, etc.


'Solo si te mueves' se presenta como una novela de aprendizaje, aunque ya es su tercer libro...

Los tres libros son un poco libros de aprendizaje, aunque en diferentes momentos y con diferentes escenarios. Siempre estamos aprendiendo, y cuando dejamos de hacerlo es que estamos muertos. Por otra parte, el relato de aprendizaje es uno de mis géneros favoritos en literatura, cine y música. Pero esta novela transcurre en un mundo particular, que casi tiene sus propias reglas, el de los actores de animación, y hay una historia de amor con un chico que no está en Teruel.


¿Qué ocurre si uno se mueve?

Puede pasar de todo, hay que moverse, aunque sea para equivocarse y para descubrir lo que no se quiere hacer. No moverse es lo peor que hay. El título de la novela lo tomo prestado de un verso de una de las canciones que compuso el gran Juanjo Javierre.


Dinosaurios, humor, amor, sexo... todo un viaje iniciático

Es una buena mezcla, sí, pero no es mérito mío, es lo que sucedía: la gente se enamoraba, había sexo y estábamos rodeados de dinosaurios. Aunque no hice caso a Félix Romeo, que intentaba convencerme de que para que la novela fuera un éxito tenía que haber sexo con dinosaurios.


Da la sensación de que su mirada sobre Teruel es ácida, como si no le gustase la ciudad. ¿Cuál es el mayor encanto y el mayor defecto de Teruel?

El mayor defecto de Teruel es el frío. Y el mayor encanto la propia ciudad, que es muy literaria. La protagonista de la novela, que no soy exactamente yo, acaba seducida por Teruel. He pasado mucho tiempo de mi vida en Teruel: en pueblos y en la ciudad y me salvaron la vida en el hospital de Alcañiz.


¿Qué le debe una novela como esta al cine?

Supongo que el hecho de que esté contada en presente y que tenga casi unidad de espacio hacen que sea evidentemente cinematográfica. Pensaba en películas como 'Adventureland', de Greg Mottola, que sucede en un parque de atracciones, algunas de Sofia Coppola, en 'Cuento de verano', de Rohmer… Pero creo que me pueden influir películas, libros y canciones. De hecho, creo que en realidad, la protagonista podría cantar 'Simulacro', de Rafael Berrio.


¿Cuál es la importancia del humor en su obra y en su vida?

En mi vida es total: a veces pienso que corro el riesgo de convertir mi vida en un 'sketch' infinito como de 'Saturday Night Live'. El humor es fundamental siempre: en los malos momentos, sobre todo, pero también en los buenos. Si no existiera el humor, no habría superado muchas cosas. En mi familia siempre estamos haciendo chistes, en realidad, se meten conmigo. El humor es el mejor antídoto contra la vanidad. Y espero que algo de ese humor esté en mis libros.


Da la sensación de que Dinópolis, en el fondo, no le acabó de seducir... ¿Es así o es una falsa impresión?

Me sedujo completamente: volví el verano siguiente y alguna que otra vez durante más de dos años. Aprendí muchísimo, conocí a gente maravillosa a la que admiro y quiero mucho y a la que le debo mucho. Otra cosa es que trabajar allí fuera duro. De todas maneras, creo que el parque está cambiadísimo. Les tengo mucho cariño a Dinópolis y a Teruel.


En su libro están presentes, de un modo u otro, varios amigos escritores...

Imagino que se refiere a los agradecimientos, en los que cito a varios amigos que leyeron el libro antes de que se publicara, en versiones antiguas o en la última. Y aparece Sergio Algora que no leyó nada y que sin que yo le contara que estaba trabajando en esta novela, la anunció en la presentación de 'París tres'. Y, por supuesto, Félix Romeo, que me dio algunos consejos poco antes de morir. Son dos personas fundamentales en mi vida, los echo de menos y me siento muy afortunada por haberlos conocido.


Desde hace más de un año es columnista de HERALDO. ¿Qué le aporta el periodismo, o el columnismo, a una escritora?

No sé a otros, pero a mí me aporta imponerme la obligación de escribir: ejercita el músculo. Me permite escribir de temas raros, personales, en un formato que me gusta mucho y en el que me siento muy cómoda. Por otro lado, la relación con los lectores es más cercana e inmediata y eso me gusta. Además, no tengo una columna cualquiera, tengo la que escribía Félix Romeo, que se llama Las Naturales, nombre que le puso él. Así que tiene un valor sentimental añadido.