Teatro Principal

Tres aragoneses, premio Cálamo

Gervasio Sánchez, Joaquín Berges y Santiago Auserón recogieron sus galardones en el Teatro Principal. Cristina Yáñez leyó una selección de textos en un acto público.

Los premiados: Gervasio Sánchez, Joaquín Berges y Santiago Auserón
Tres aragoneses, premio Cálamo
GUILLERMO MESTRE

"Los premios Cálamo son muy prestigiosos. He asistido a entregas anteriores y siempre están los autores y los editores. Es un premio tan valioso como los más sonados porque lo entregan personas que creen en la literatura, la fotografía y la cultura en general", dice Gervasio Sánchez, que este viernes por la noche recibió uno de los premios Cálamo, la librería de Francisco Goyanes que celebra en 2013 treinta años de existencia. Gervasio Sánchez ha sido galardonado con el Premio Extraordinario por su 'Antología', que publicó Blume. Joaquín Berges ha sido distinguido con el Premio Mejor Libro del año por la novela 'Un estado del malestar' (Tusquets) y en 'El ritmo perdido' de Santiago Auserón ha recaído la distinción de Otra Mirada. En el fondo, los XII premios Cálamo han distinguido a tres zaragozanos, habida cuenta de que el fotorreportero es un cordobés afincado en Zaragoza desde hace casi treinta años.


Añade Gervasio Sánchez, a modo de autorretrato: "Soy lo que soñé cuando era un niño: un periodista que viaja a lugares ocultos y alejados con el compromiso de contar historias de las víctimas, la única verdad incuestionable de los conflictos armados. Ese trabajo lo puedo hacer con una cámara o un bolígrafo". El fotorreportero de HERALDO, reconocido con el Premio Nacional de Fotografía en 2010, avanza sus proyectos: "Sigo trabajando en proyectos a largo plazo y haciendo actualidad. El lunes me voy a Irak. A finales de marzo iré a Afganistán a continuar con un proyecto que presento el año que viene".


Joaquín Berges define así su concepción de la literatura: "Yo creo que la literatura surge de la insatisfacción y la infelicidad. Si todos fuéramos felices no escribiríamos ni leeríamos (y los psicoanalistas tendrían que dedicarse a coger punto de media a domicilio). Los héroes protagonizan los dibujos animados de la misma manera que los antihéroes protagonizan las novelas, incluso las novelas divertidas. Sobre todo esas".


'Un estado del malestar' es su tercera novela, antes publicó 'El club de los estrellados' (Tusquets, 2009) y 'Vive como puedas' (Tusquets, 2011). Narra la historia de un hombre en crisis que de repente descubre a Estrella, una joven vendedora ambulante de origen gitano, y eso va a cambiar su vida. Berges, que ha sido llamado el Woody Allen de la literatura española, se siente muy atraído por el núcleo familiar. "Literariamente hablando la familia es el infierno en el que viven mis personajes. Sin embargo, personalmente mi familia es mi refugio, el lugar donde encuentro la estabilidad necesaria para hablar de las inestabilidades de mis personajes. Quizá si mi vida familiar fuera un infierno escribiría sobre gente que tiene un entorno familiar feliz", ha dicho Berges.


Santiago Auserón es uno de los grandes cantantes y compositores españoles. Fundó Radio Futura y ha dado vida a Juan Perro, su álter ego más conocido. Licenciado en Filosofía por la Sorbona, es un enamorado de la lírica popular y culta, y un investigador de las diversas músicas que conforman la historia del cancionero español. 'El ritmo perdido', publicado por Península, es un viaje hacia las fuentes: desde la orilla del Ebro hasta los sones del Mississippi, pasando por África y Asia. Auserón analiza el componente interétnico de la música española en un libro repleto de erudición, de conocimiento y de sorpresas que vinculan los cantos persas y el de los esclavos llegados a la Península con Avempace, Lope de Vega, Cervantes, Calderón, y por supuesto con la música popular de hoy que abarca por igual a los negros de Orleáns que a los negros de Cuba.


Auserón regresa con este galardón a su casa: a la Zaragoza en que nació a la vida y a la música. Recordaba con motivo de la presentación del libro: "Nací en la calle Las Armas. Era uno de esos puntos calientes de la sonoridad zaragozana que delata una cierta fascinación de la ciudad por la novedad electrónica. Había dinamismo, algo que en Zaragoza no se ha perdido nunca, pero entonces era muy notable. Además la presencia de los soldados de la base de San Gregorio contribuía mucho a excitar esos intercambios sonoros porque ellos traían discos a las casas que visitaban cuando estaban de permiso. Por ejemplo, a la mía: mi padre era topógrafo en la Base, que era una fuente de discos constante".


El acto de entrega tuvo un bonito preámbulo: la actriz y directora del Teatro de la Estación, Cristina Yañez, reconocida con el Premio Adolfo Marsillach, leyó una selección de textos. Al margen de un gran número de invitados, amigos, clientes y editores de todo el país, asistieron "tres mitos de la edición española: Beatriz de Moura (Tusquets Editores), Manuel Fernández-Cuesta (Ediciones Península) y Leopoldo Blume (Art Blume Editorial)", tal como los define Francisco Goyanes, que está muy feliz con el nuevo escenario, el Teatro Principal, y con su flamante restaurante.