Teatro

Bato y Borrego se preparan para subir a escena

El auto navideño se lleva representando en el colegio salesiano de Huesca desde hace más de 50 años.

Javier Oliván (Bato) y Alfonso Bielsa (Borrego)
'Bato y Borrego' se preparan para subir a escena
J. S.

 “¡A mí las legiones infernales!”, con este grito del mismísimo demonio da comienzo ‘Bato y Borrego’, el auto navideño que lleva representándose desde hace más de cinco décadas sobre el escenario del teatro del colegio salesiano de Huesca. Las representaciones, sin embargo, se piensa que datan de muchos más años atrás. Los próximos 23 y 30 de diciembre (a las 18.00 y a las 17.00) se podrá volver a disfrutar así, fieles de nuevo a su cita anual, de las aventuras de los dos personajes que dan título a la obra y que son, ni más ni menos, que el alcalde de Belén (Borrego) y su secretario (Bato). Ambos contarán con la ayuda del arcángel San Miguel para evitar que Lucifer frustre la celebración de la primera Nochebuena de la Historia. En total, son más de 40 personas (24 de ellos, niños) los que participan en la función, además de los técnicos y un grupo musical.


“Se trata de una parte importante de la historia del colegio salesiano de Huesca”, comenta Javier Oliván, uno de los encargados de coordinar las representaciones y el actor, además que encarna a Bato desde 2000. “Desconocemos la procedencia del texto, sabemos, solamente, que se trajo de Cataluña, donde se sigue representando”, indica Oliván. Cada año, como recuerda, las palabras del texto se cambian para hacer referencia a la actualidad del momento, tanto local, como nacional e internacional. “La gente lo está esperando cada año y este, nos va a dar bastante juego la crisis, los funcionarios, los pensionistas y hasta Ángela Merkel”, asegura el actor. Su personaje, comenta, “es bonachón y pone un poco de cordura, pero Borrego, no cabe duda de que es el alcalde y es el que manda”.


“Borrego es también muy bonachón, pero tiene muy poca cultura, no sabe leer y por eso elige a Bato como secretario. Ambos forman una pareja muy entrañable”, asegura, divertido, el actor que le da vida sobre el escenario desde hace tres años, Alfonso Bielsa. Sustituye así a Luis Montaner, quien representó este papel durante más de cincuenta años. Alfonso participa en este montaje desde que tenía nueve (ahora tiene 38) en el papel del diablo, primero en la versión infantil de la obra, ‘Campanas de Belén’, que representan los alumnos del colegio. “Es una obra muy familiar, muy entrañable, que lleva muchos años representándose y que forma parte de la Navidad”, asegura Alfonso.


Ángel y demonio

La lucha entre el bien y el mal la escenifican, por otra parte, Alberto Blanco (el diablo) y Juan María Lacruz (el arcángel San Miguel). “Me dedico a molestar a los pastores, a interferir en todo momento en la acción, pero al final, el bien siempre vence al mal”, asegura Alberto. Es el primero que sale a escena nada más comenzar la obra y a continuación, aparecen sus ‘diablillos’, interpretados por niños. Su momento favorito es, asegura, “el monólogo que finaliza con la aparición del arcángel a mi espalda y la discusión de la tercera escena”. “Somos la parte seria de la obra, con diálogos más en verso y los pastores son más la parte divertida”, asegura su compañero y antagonista en la función. En el colegio salesiano, como asegura, Juan: “el teatro es una asignatura más y a los que hemos sido alumnos se nos ha inculcado desde pequeños”. Antes de que le salieran alas, relata, pasó de veinte años interpretando a uno de los ‘diablillos’ de la historia.


La mayoría de los actores que toman parte en este auto navideño lo hacen también en la representación teatral que es el emblema del grupo de teatro de este centro educativo oscense: ‘La Pasión’, que sube al escenario en Semana Santa y cuenta también con varias décadas de trayectoria. Todos coinciden que las sensaciones, entonces, son muy diferentes a las que viven durante las funciones navideñas, que se viven con un espíritu más festivo. “No tiene nada que ver. En ‘La Pasión’ los nervios se multiplican y es una obra completamente seria, en la que no cabe improvisar”, asegura Javier Oliván. A la función del día 30, además, como recuerda Oliván, se ha invitado de forma gratuita, a los internos de varias residencias y hogares de ancianos de la capital oscense.-