Patrimonio

La conservación del palacio de Donlope, premiada por Apudepa

La asociación para la defensa del patrimonio ha concedido el 'Tocho' a las malas prácticas al Ministerio de Fomento por el vaciamiento del palacio de Tarín.

La Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés, Apudepa, entrega este sábado su premio a las buenas prácticas a la conservación del palacio de Donlope, mientras que concede el 'Tocho' a las malas prácticas al Ministerio de Fomento por el vaciamiento del palacio de Tarín.


Apudepa celebra este sábado el día del Patrimonio Mundial Aragonés con la entrega de los VIII premios Apudepa a las buenas y a las malas prácticas en materia de patrimonio cultural en un acto que se desarrollará a partir de las 12.00 en el palacio de Donlope donde tiene su sede la Real Maestranza de Caballería.


Apudepa quiere así distinguir el "permanente mimo que la institución ha dedicado siempre a su casa y la sabiduría con que ha procedido a su conservación". Para la Asociación, el cuidado del palacio de la Real Maestranza es una muestra "encomiable y ejemplar" de respeto a los valores de autenticidad del patrimonio cultural.


Ubicado en el Casco Histórico de Zaragoza, este palacio es un edificio de estilo renacentista y fue declarado Monumento Nacional en el año 1931.


Apudepa ha decidido otorgar el premio Tocho al Ministerio de Fomento que, "con la aquiescencia de la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural", ha vaciado el palacio de Tarín de Zaragoza, "destruyendo buena parte de los valores de uno de los pocos palacios que conservaban las trazas originales".


El palacio de Tarín o casa del Canal Imperial, catalogado como Bien de Interés Cultural, es un edificio del siglo XVI en el que destacaban sus fachadas, las puertas de acceso, la escalera principal y el patio interior y fue sede de la Demarcación de Carreteras del Estado en Aragón hasta la declaración de ruina en 1998.


Con estos "premios" la entidad quiere hacer constar "la enorme diferencia" de tratamiento entre un palacio y otro y, con ello, animar a la sociedad a exigir a las administraciones que cuiden el patrimonio de manera correcta.


En este sentido se refiere a la necesidad de afrontar intervenciones en palacios como el de Fuenclara, que "pueden caer de un lado o del otro de la balanza".