Cine

"Sin cultura el hombre es menos libre"

José María Pemán, profesor y cinéfilo, abandona la dirección de las Jornadas de Cine de La Almunia, tras 17 años al frente.

Pemán con su mayor musa: Maribel Verdú
?Sin cultura el hombre es menos libre?
ARCHIVO DE J.M. PEMAN

 Siempre se ha dicho que La Almunia es tierra de cine. ¿Podría recordarnos por qué?


La Almunia ha sido la cuna de dos grandes cineastas, Florián Rey y Adolfo Aznar. El primero de ellos mucho más popular que el segundo, sin embargo a mí me gusta siempre decir que de Aznar tenemos la mayor parte de su legado: fotos de rodaje, guiones, esculturas… En cualquier caso, el cine siempre ha tenido una gran presencia en La Almunia. En los años 60 y 70 del pasado siglo había dos salas de cine, El Salón Blanco y el cine Costa, eso es un indicador de la afición al cine de una población que apenas rebasaba los cinco mil habitantes.


¿Cómo nacieron las Jornadas de Cine de La Almunia de Doña Godina?


En 1994 se cumplió el centenario del nacimiento de Florián Rey. Invitamos a Agustín Sánchez Vidal a presentar la película ‘Nobleza baturra’ y su intervención nos entusiasmó. Dos años después, en 1996, aprovechando la conmemoración de los cien años del nacimiento del cine español, un grupo de docentes nos empeñamos en organizar las primeras Jornadas de Cine porque teníamos muy claro que La Almunia debía estar vinculada al cine a través de una actividad que se perpetuara en el tiempo. Y así ha sido. Zaragoza y Fuentes de Ebro hicieron lo mismo. Sin conocernos de nada, tres proyectos nacieron al mismo tiempo. A partir de la segunda o tercera edición hemos sido festivales no solo paralelos sino hermanos. Tenemos una magnífica relación y una estrecha amistad.


Empezaron y contaron con Santiago Segura como primer invitado... ¿Por qué?


Queríamos llamar la atención. Santiago Segura acababa de ganar un Goya por la película ‘El día de la bestia’ y se había convertido en un icono para los jóvenes. Desde la primera edición queríamos atraer a la juventud y a fe que lo conseguimos. El cine tuvo un llenazo histórico con una media de edad de los asistentes por debajo de los treinta años, ya que como se sabe La Almunia tiene una población estudiantil muy elevada.


En el segundo año contaron con un mito: Imperio Argentina. ¿Cómo fue ese homenaje, cómo lo vivió la población?


Malena, como así le gustaba que se la llamara, había sido invitada al homenaje a Florián Rey en 1980 y no había podido asistir. Era una espinita clavada tanto en su corazón como en el de los almunienses. Su visita en 1997 quedará para siempre en la memoria colectiva del pueblo que vio nacer al que fue su marido. Fue uno de los momentos más emotivos y uno de los recuerdos más gratos. Ella lo disfrutó enormemente, tanto que pocos meses después repitió visita y en plenas fiestas locales nos regaló un inolvidable recital de coplas en una de sus últimas actuaciones en público. Era una mujer de una vitalidad fuera de lo común a sus 86 años, una verdadera enciclopedia que había conocido a Carlos Gardel, Jacinto Benavente, García Lorca o al mismísimo Hitler. Al día siguiente, recuerdo también otro momento inolvidable. Llamó por teléfono Tomás Marco, el jotero de Cetina apodado ‘El canario de Aragón’, que cantaba las jotas a dúo con Malena en ‘Nobleza baturra’. Marco estaba muy enfermo y no pudo desplazarse a La Almunia pero pude comprobar la emoción que experimentó cuando habló con la gran Imperio.


Por ahí también pasaron, nada menos, José Luis Borau y Luis García Berlanga, entre los clásicos. ¿Qué pasó?


Borau fue el primer premio Florián que se instituyó en la tercera edición. Era entonces el Presidente de la Academia de Cine y fue para nosotros un espaldarazo su presencia en La Almunia. Estuvo encantador. Desde La Almunia se desplazó a su pueblo natal, Monegrillo, donde inauguró la biblioteca que lleva su nombre. Berlanga vino con Alfredo Landa y el tándem fue para enmarcar.


Otra homenajeada, y fallecida este año, fue Aurora Bautista.


Aurora fue otra mujer que me dejó huella. Era muy afectiva y también tenía tras de sí una trayectoria fílmica y vital impresionante. Todos los años el 15 de octubre, día de su cumpleaños, la llamaba para felicitarla y siempre me recordaba lo bien que lo había pasado en La Almunia. Fue una gran mujer.


¿Qué actos paralelos han sido los más destacados?


Sin duda, los recitales de música, poesía y cine; las mesas redondas, las exposiciones, la cena de cine… Esta pasada edición fuimos capaces de organizar un espectáculo precioso combinando imágenes de la película ‘Gigantes y cabezudos’ de Florián Rey con la Escuela de Jota de La Almunia, la comparsa de gigantes y cabezudos, los gaiteros del Brazal Hondo y parte de la banda de música. Toda una conjunción de asociaciones para un acto que llenó el cine de la Almunia como si nos hubiera visitado una estrella del cine. Un auténtico lujo.


¿Cómo ha influido el cine en la comarca de Valdejalón, no solo en La Almunia?


Las Jornadas constituyen hoy por hoy un hito en la Comarca de Valdejalón. No en vano, cada año nos desplazamos a un municipio diferente para hacer partícipes del programa a los habitantes de cada uno de los diecisiete municipios. Por otra parte, la interrelación con otras asociaciones culturales es una de las notas de identidad de las Jornadas. La música, la poesía, el teatro y los centros educativos participan cada año en la programación enriqueciendo notablemente la oferta.


¿Qué le han dado estos 17 años, con qué se queda?


Son muchas más las luces que las sombras. Me encanta que el cine se haya convertido en una nota de identidad local y que muchos jóvenes hayan enfocado su vida, o al menos parte de ella, al mundo del séptimo arte. Pero por encima de todo, me quedo con la gran cantidad de amigos que he ganado. Por otra parte, el cine en Aragón está viviendo un momento dulce. Hace algunos años creamos el premio ‘Villa de La Almunia de las Artes Cinematográficas’ para distinguir, entre otras personas, a destacadas figuras del cine aragonés como han sido por ejemplo Itziar Miranda o Paula Ortiz.


¿Cómo ve el futuro?


Soy muy optimista porque el futuro está en las personas. Podrá faltar el dinero, pero la dignidad y el entusiasmo no. Quiero pensar sin temor a equivocarme que están sentadas las bases para que este sueño dure muchos años. Falta mucho por hacer. En ese sueño me gustaría llegar a conocer aquí un museo del cine. Sería un modo estupendo de que La Almunia fuera un escaparate permanente de todo lo que hemos ido acumulando a lo largo de estos años


Después de un proyecto así, ¿sabe ya cuál es el lugar de la cultura en la sociedad?


Estoy convencido de que la cultura es el mejor de los asideros a los que uno ha de agarrarse especialmente en tiempo difíciles como los que estamos viviendo. Sin cultura el hombre se empobrece y es mucho menos libre. Debería ser una de las prioridades de los gobiernos, pero no parece que sea así.