Cine

Bardem: "'Skyfall' es una gran película... para quien pueda pagar la entrada"

El ganador de un Óscar por 'No es país para viejos' ha vuelto a señalar que las entradas de cine se han convertido en "un artículo de lujo".

Javier Bardem comparte iniciales con James Bond, pero encarna a su 'cara B', al villano en la película número 23 de la saga, 'Skyfall', cine de entretenimiento que no le impide tomarse licencia para reivindicar: "Es una gran película y la gente se lo pasará muy bien... quien pueda pagar la entrada", dice a Efe.


El ganador de un Óscar por 'No es país para viejos' ha vuelto a señalar que las entradas de cine se han convertido en "un artículo de lujo" y el séptimo arte está "denostado" en España, con el "golpe de muerte" que ha supuesto la subida del IVA del 8 al 21% en las entradas para espectáculos.


Consciente de las acusaciones que le hacen a él como persona socialmente comprometida a pesar de ser una estrella con sueldo millonario, se defiende. "Es muy fácil criticar a los que se nos ve más, pero no va de eso la cosa. En el cine trabajan muchos cientos de miles de personas y se lo están poniendo muy difícil".


Aunque 'Skyfall' es una superproducción en toda regla, parece que la participación de Javier Bardem inyecta algo de mensaje de alarma social en una saga marcada por la sofisticación y hasta ahora "glamouriza" la agresiva política de los servicios secretos británicos.


Detrás de la violencia de su personaje se esconde la decepción: la de un ex agente que podría haberse convertido en un James Bond cualquiera, pero que se convierte en un renglón torcido del servicio secreto, para el que prepara una grandilocuente venganza. Y, en un momento de crisis vocacional, el propio protagonista llegará a empatizar con el antagonista.


Está "basado en un grandísimo dolor a nivel personal. Es lo que me trajo del personaje. No es un megalómano que quiera destruir el mundo o poner unas bases espaciales. Le pasa algo de verdad, en sus relaciones con los otros". Y eso, agrega, le dispara "la locura y la villanía. Eso me hizo agarrarme a algo que le diera sentido".


"Mi personaje es la cara B de James Bond. Y el núcleo de la película se basa en cómo Silva, M y Bond se relacionan", explica. Y es que el trasfondo dramático de Silva, su villano hipersensible, pone los pelos como escarpias a la platea.


De pelos va el asunto, porque la crítica estadounidense ya ha destacado que, después del peinado tazón que lució como Anton Chigurh y que le ayudó a ganar el Óscar, ahora riza el rizo, aunque su melena sea lisa y oxigenada. "Pues sí. No sé si me supero pero es bastante desagradable", bromea.


"Viene de la idea que me dio Sam Mendes (director de la cinta). Crear un personaje que lo que produce son situaciones incómodas, más que malo, es torcido. El que está delante, sea Bond sea M, no lo espera y eso tiene que estar traducido al look", explica.


Pero, sobre todo, Bardem defiende este Bond en concreto. "Me sorprendió mucho que había mucho en gran cantidad y en gran calidad, siendo la película que era", confiesa quien en cine ha defendido causas como las de las políticas de despidos en "Los lunes al sol", la causa del pueblo saharaui en su documental 'Hijos de las nubes' o las cloacas del primer mundo en 'Biutiful'.


Pero pese al poso reflexivo de 'Skyfall', la más psicoanalítica y amarga de las películas de la saga, sabía perfectamente en qué estaba trabajando. "Cuando haces una de James Bond, es una de James Bond y hay que hacerla como las de James Bond. Tenía que haber un sabor, algo clásico de los malos de James Bond, es la película que celebra los 50 años del personaje James Bond. Y, como actor, te dedicas a eso", ha asegurado.


"Soy un actor. tengo la gran suerte y el gran privilegio de poder vivir de mi trabajo. Hoy en día, aún más. Pero necesito que me ofrezcan material y a partir de ahí tomo decisiones y miro si puedo aportar algo creativamente o no", concluye.