Literatura

Javier Tomeo reúne a todos los monstruos de sus cuentos en un solo volumen

El prolífico autor asegura que este momento de crisis que estamos viviendo "no es de los peores, ni ofrece mejor material literario que en otras ocasiones".

Javier Tomeo
Javier Tomeo
EFE

Kafka, Goya o Buñuel. Estos son algunos nombres con los que se asocia la obra del escritor aragonés Javier Tomeo, experto en dar vida al monstruo que todos llevamos dentro, y quien, a sus 80 años, acaba de reunir en un solo volumen todos sus relatos, más una colección de inéditos y de reescrituras. 


Traducido a quince lenguas, todo un fenómeno en Alemania y con muchas de sus obras estrenadas en los mejores teatros europeos, Javier Tomeo, con su poderosa y singular voz narrativa, es un escritor de culto, con fieles seguidores en todo el mundo.


Ahora ha reunido en un libro de casi mil páginas las piezas breves publicadas en los libros "Bestiario", "Historias mínimas", "Problemas oculares", "Zoopatías y zoofilias", "El nuevo bestiario", "Cuentos perversos" y "Los nuevos inquisidores", además de los inéditos y las reescrituras de antiguos relatos, con la edición y un amplio prólogo de Daniel Gascón.


"No están todos. Tengo más material, porque lo que he hecho toda mi vida es escribir. No están las novelas, claro, como 'El castillo de la carta cifrada', 'Amado monstruo' u otras, pero sí están mis mejores cuentos", explica el autor, en una entrevista con Efe.


El prolífico autor asegura que este momento de crisis que estamos viviendo "no es de los peores, ni ofrece mejor material literario que en otras ocasiones".


"Hemos pasado momentos muy duros y este no es peor que los otros, lo peor es que el hombre es un lobo para el hombre a lo largo de toda la historia", precisa este escritor, cuyos temas son la soledad del hombre, la falta de comunicación, la humanización de los animales o la fascinación por el monstruo.


Algunas de las frases favoritas de Tomeo son las que la que dicen que Dios puso a los animales en el mundo para humanizar a los hombres o que las bestias son de Dios y la bestialidad es humana.


Ideas que impregnan la tinta de sus páginas con decenas de cuentos con animales, los bestiarios con arañas, moscas, chinches, mariposas, ovejas, cigarras o langostas... que toman voz para dejar patente, en la mayoría de los casos, la imperfección y vileza del hombre.


"Me gusta la exageración -reconoce Tomeo-, el monstruo y la imperfección para representar y caricaturizar la realidad. Parto de la realidad, pero la transfiguro y la caricaturizo en el sentido más noble", añade este autor que utiliza una narración que lleva a una especie de cortocircuito, en su opinión.


"Yo he estudiado bastante a Freud y el yo, el ello y el superyo. Pero lo que me interesa es el ello. Abandonar el subconsciente, lo que no controla el superyo. A eso le llamo una especie de escritura de cortocircuito, de automatismo mental, de aquello que no pasa por la cabeza; lo más primario, lo más salvaje. Todo aquello que nos gustaría hacer y que sin embargo no hacemos", aclara.


Cómodo en la media distancia, en el relato y el cuento. Tomeo asegura que hoy por hoy no entiende a la gente que escribe libros de mil páginas.


"Ya están el Quijote o 'Crimen y castigo', obras maravillosas, pero hoy hay que adaptarse a los nuevos tiempo y saber la competencia que hay con el cine ("por cierto con obras malísimas") o la televisión, recalca el autor, que cree que posiblemente las nuevas tecnologías acaben modificando algo la forma de escritura.


Pero rápidamente aclara que no le interesa nada la tesis de Mario Vargas Llosa sobre la cultura del espectáculo o sobre el riesgo de modificación de la escritura por la nuevas tecnologías. "No me interesa nada Vargas Llosa, me aburre", dice este aragonés sin pelos en la lengua y también candidato al premio Nobel.


Admirador de Peter Handke y de "san Buñuel", Tomeo se siente deudor literario de Kafka -"ya me parecía a él antes de leerlo", aclara con un humor que no desaparece en ningún momento de la entrevista-, Edgar Alan Poe y el noruego Knut Hamsun.


Y ahora en esta vida de escritura sin fin, el escritor oscense dice estar finalizando un cuento largo sobre vampiros, sobre la hormiga vampira, la ciudad vampira... Porque asegura que le apasiona este personaje literario.


Y rápidamente aclara: "No me gusta nada Tim Barton, ni su frankenstein ni nada. Me parece un horror, no se puede mezclar géneros".