Cine

Trajes de película, expuestos en Londres

En ella se reunen 130 trajes y complementos de los personajes más icónicos en cien años de historia del cine.

Desde los zapatos rojos de Dorothy en el "Mago de Oz" al mono amarillo de "Kill Bill", el museo Victoria & Albert de Londres revisa el vestuario de Hollywood para destacar su importancia en la creación de mitos cinematográficos. 


La exposición "Hollywood Costume", presentada el miércoles y que se inaugura el sábado, ha reunido 130 trajes y complementos de los personajes más icónicos en cien años de historia del cine para insistir en el papel desapercibido pero fundamental de los diseñadores de vestuario en el séptimo arte.


En una enorme pantalla y a través de un montaje con escenas de películas, Scarlett O'Hara, Indiana Jones, Tony Manero, Charlot o Marilyn dan la bienvenida a una muestra que se augura uno de los éxitos del otoño museístico de la capital británica.


"Estamos hablando de un siglo de historia de Hollywood, desde los clásicos de la Edad de Oro hasta los grandes éxitos de la ciencia ficción. Da igual cual sea tu edad, vas a recordar algún momento mágico vivido en la oscuridad de una sala de cine", explicó a Efe su comisario, Keith Lodwick.


En tres oscuras salas se pueden ver los calzones con barras y estrellas de Rocky, uno de los elegantes modelos que lucía Kate Winslet en "Titanic", el Givenchy negro de Audrey Hepburn en "Desayuno con diamantes" (Breakfast at Tiffany's), las mallas de Batman o la capa de Harry Potter.


Los modelos, colocados en maniquíes creados para cada diseño, están acompañados de bocetos, fragmentos de los guiones y escenas de las películas que ayudan a entender la influencia del vestuario en el resultado final de las historias.


La oscarizada Meryl Streep, a la que se le dedica un apartado especial con los trajes de cinco de sus películas, reconoce en una entrevista hecha para la exposición que "en cada filme, el vestuario es la mitad de la batalla a la hora de crear un personaje".


En este sentido, recuerda la importancia que el bolso que luce en "La dama de hierro" (The Iron Lady) tuvo a la hora de meterse en la piel de la exprimera ministra británica Margaret Thatcher.


La exposición insiste en que la tarea del diseñador de vestuario se ve reflejada en las grandes superproducciones de época, pero también en películas aparentemente sencillas donde la labor es más imperceptible.


Así revela la laboriosa investigación que fue necesaria para elegir el vestuario de los dos protagonistas de la película de Ang Lee "Brokeback Mountain".


"Parece algo sencillo vestir a dos vaqueros pero es mucho más complejo de lo que parece. El largo o el ancho de los pantalones o el tacón de las botas forman parte de una serie de códigos entre los 'cowboys' de los años sesenta", explicó el comisario de la muestra.


La relación entre el director y el diseñador se pone de manifiesto de manera muy clara con el vestido verde de la veterana Edith Head que Tippi Hedren lució en "Los Pájaros" (Birds) de Alfred Hitchock.


El mago de suspense estaba obsesionado con que no distrajera la atención del espectador, al tiempo que debía tener un color que no cansara ya que la protagonista luce el mismo modelo toda la película.


En una exposición dedicada a los grandes iconos cinematográficos no podía faltar Indiana Jones, al que se le dedica uno de los expositores más espectaculares.


En él se explica que la cazadora que luce se inspiró en la de los aviadores de los años veinte, que su sombrero de estilo australiano fue diseñado por el londinense Herbert Johnson y que el actor Harrison Ford tuvo doce pares de pantalones durante el rodaje.


Traer hasta Londres estos 130 modelos ha supuesto una labor de cinco años que sus responsables califican de "caza de tesoros" y con la que han conseguido hacerse con piezas llegadas de todo el mundo, propiedad de coleccionistas particulares, estudios y museos.


El tesoro más difícil de conseguir es una de las estrellas de la exposición: los zapatos rojos de lentejuelas de Dorothy en "El Mago de Oz" (The Wizard of Oz).


Los responsables de la muestra tardaron tres años en convencer a los dueños de uno de los pares que Judy Garland utilizó en el rodaje para que los dejaran salir de Estados Unidos por primera vez, si bien dentro de cuatro semanas volverá al Museo Nacional de la Historia de América de Washington.