Artes escénicas

La Escuela de Teatro, a la espera de titulación

El centro municipal lleva más de 30 años formando alumnos que no pueden obtener un reconocimiento oficial, obligatorio para muchos cástines

Clase de interpretación en la Escuela Municipal de Teatro
La Escuela Municipal de Teatro, a la espera de una titulación superior
P. Z. D.

La historia de la Escuela Municipal de Teatro de Zaragoza es toda una epopeya. Desde su primera ubicación en el edificio del Teatro Principal, a comienzos de los 70; su posterior traslado a la calle de Ponzano, en los 80; y su actual emplazamiento en el antiguo cuartel Palafox, desde principios de los 90, su épica parece no tener fin.


Fue una de las escuelas de teatro pioneras en promover la oficialidad de las enseñanzas de artes escénicas y, sin embargo, no ha conseguido convertirse en una escuela superior, como se hizo en Madrid, Barcelona Sevilla o Valencia.


El centro depende económicamente del Ayuntamiento de Zaragoza. El Consistorio acogió desde sus inicios la nueva escuela financiando su coste y ofreciendo sus instalaciones municipales para la formación teatral. Más de 30 años después, la Escuela de Teatro se mantiene, pese a tener varios factores en su contra


En la actualidad, cuenta con un profesorado y unas instalaciones de un nivel igual o mejor que cualquier escuela superior de teatro. Sin embargo, el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón no han dado el paso definitivo para que sus estudios tengan un reconocimiento oficial.


El director de la Escuela de Teatro de Zaragoza, Benito de Ramón cuenta al respecto que "lo que hace falta es voluntad". Voluntad entre ambas instituciones para levantar este telón, que no es otro que la financiación del centro. Sin embargo, De Ramón aclara que "no se trata de que el Gobierno de Aragón realice un inversión desorbitada. De hecho tenemos ya una estructura pedagógica que permite impartir una titulación oficial con lo que tenemos, pero a medio plazo sí sería necesaria una inyección económica". La cuantía estimada para esa convergencia hacia una escuela superior supondría unos 350.000 euros más al año.


Preparados para salir a escena

La fórmula para convertir este centro en escuela superior pasaría por que el Ayuntamiento asumiera el 80% del presupuesto, dejando un 20% que debería aportar el Gobierno de Aragón. La conversión en escuela superior tendría un incremento presupuestario justificado en la necesidad de contratar más profesores y adquirir nuevo material. Aun así, el gasto sería mínimo, porque, como insiste De Ramón, "podríamos funcionar a medio plazo con lo que tenemos". "Con un esfuerzo razonable sería una escuela no de mínimos, sino de medios".


De Ramón señala que la denominación de la escuela debería cambiar, ya que es un centro de formación teatral para todo Aragón. Reconoce que sí ha habido varios acercamientos por parte del Gobierno de Aragón en diferentes legislaturas, pero que nunca se ha llegado al tercer acto, en el que se logre el acuerdo definitivo entre ambas partes. "No queremos ser una escuela superior por el reconocimiento, sino porque es la única manera de seguir con el centro. Ofertamos una enseñanza superior que no se reconoce", afirma el director.

Dificultades para los alumnos

En muchos cástines exigen el título oficial. Los alumnos que salen de la escuela zaragozana y quieren trabajar en Madrid o Barcelona deben volver a cursar los estudios de teatro en centros oficiales. O lo que es peor, no se forman en Aragón porque no pueden acceder al mercado laboral en otras comunidades.


El director del centro recuerda que se barajó que Zaragoza fuera la primera ciudad en contar con una escuela superior de teatro que pusiera en práctica el plan Bolonia y que, por lo tanto, su plan de estudios está actualizado.


Para De Ramón, existen tres vías: seguir tal cual, con lo que cada vez habrá menos alumnos, ya que se marcharán a estudiar a escuelas superiores;  que el Ayuntamiento asuma la totalidad de la ampliación necesaria para convertirse en centro oficial; o, finalmente, que exista una fase de transición entre el Ayuntamiento y la DGA para extender el proceso de traspaso. "Los cambios de gobierno y el contexto económico actual son un freno en la buena marcha de todo lo que se había hablado hasta ahora", asegura.


Recientemente, Chunta Aragonesista instó al Gobierno de Aragón a proponer al Ayuntamiento de Zaragoza que reanude la tramitación para convertir la Escuela Municipal de Teatro en un Centro Superior de Arte Dramático, y así poder expedir títulos oficiales de grado. El nuevo centro quedaría a cargo del Instituto Aragonés de Enseñanzas Artísticas Superiores, dependiente del Ejecutivo aragonés.


Benito De Ramón concluye asegurando que “ya no tenemos que demostrar a los políticos la calidad y la necesidad de esta escuela. Es una exposición y no un debate. Todos están convencidos pero...”


Un oficio y una profesión

La Escuela de Teatro es un centro de formación de prestigio dentro y fuera de Aragón. De sus aulas han salido cientos de actores, algunos de ellos han continuado, o han regresado a la escuela, para impartir sus enseñanzas a las nuevas promociones de alumnos, como Blanca Resano, profesora de interpretación.


Resano considera “irresponsable” la actitud de las instituciones. “No impartimos un enseñanza oficial, y muchos alumnos simultanean sus estudios con carreras universitarias. Pero esta no es una escuela de desheredados, sino de gente formada, con un plan de estudios que merece su reconocimiento”.


“Los alumnos salen de aquí con un certificado que no sirve para nada, porque ahora es obligatorio presentar una titulación oficial para muchas compañías. Antes, el teatro era un oficio y ahora es una profesión que hay que acreditar con un título. Pero esta escuela no es una cosa ni la otra. Estamos en tierra de nadie. Esta escuela es como Kaliningrado”.


La actriz y profesora añade que "si existiera una escuela superior habría muchos más actores, sería un prestigio para la ciudad; pero la actitud y la falta de pujanza institucional nos hace ser mediocres". La cuestión es, según Blanca Resano: “¿Quiere esta ciudad y este gobierno tener profesionales de las artes escénicas? Y si no quiere, que tenga la valentía de decirlo”.


El Gobierno de Aragón alude al respecto que, si se quiere logar una certificación como escuela superior, hay que esperar a que el Gobierno central termine de reestructurar los nuevos planes de enseñanza superior para artes escénicas. Y que si se trata de una homologación universitaria, dependería de otras instituciones, como la Universidad de Zaragoza.


Dentro y fuera de las tablas

Isamar es alumna de primer curso y tiene 18 años. Asegura que ha evolucionado mucho desde que llegó a la escuela, sobre todo en la dicción. "El teatro me hace mejorar, ser más abierta, más segura. Las clases me sirven tanto para actuar como para mi vida diaria", explica. "Me siento a gusto en la escuela, y algunos profesores son muy exigentes, pero eso es bueno. Me ayuda porque es un reto. Esto es un trabajo serio, diario, igual que cualquier titulación".


Ana Serrano es otra de las alumnas que asisten a la escuela. También es su primer año, y lo que más le gusta es la expresión corporal y "descubrir cosas que no sabía que podía hacer". Entre las materias que se imparten en primer curso Ana destaca: dicción, interpretación, improvisación, canto, ortofonía, preparación física, acrobacias. "También damos Historia de las Artes del Espectáculo, tragedia, comedia pantomima, dramaturgia... Estamos en continuo movimiento. Si no entras con la mentalidad de que tienes que entregarte al cien por cien, es mejor que no vengas”, añade.



El espectáculo debe continuar

Por la Escuela Municipal de Teatro de Zaragoza han pasado dramaturgos y actores decisivos en su historia: Mariano Cariñena, Mariano Anós, Paco Ortega, Rafa Campos, Benito de Ramón, Marisa Nolla, Félix Martín, Alicia Rabadán, Alfonso Plou, Carlos Blanco, Jorge Asín, Nacho Embid, Pedro Rebollo, Cristina de Inza, Amor Pérez Bea, Laura Plano... cientos de artistas que han dado a la ciudad prestigio en la escena nacional e internacional.


Entretanto, el centro sigue con su plan de estudios y ya piensa en la siguiente promoción para el curso 2012-2013. El plazo de preinscripción ya está abierto. Los requisitos de acceso son: tener más de 16 años, haber terminado la ESO y aportar un certificado médico del foniatra. La preinscripción es gratuita, y se puede realizar desde el 1 de junio al 7 de septiembre. Una vez finalizado este plazo tendrán lugar las pruebas de acceso. Cada curso tiene un coste de matrícula por alumno que ronda los 600 euros.


El centro situado en la calle de Domingo Miral, número 5, dispone de varias aulas para ensayo, baile, canto y dicción. Ocupa las dependencias del antiguo cuartel Palafox, remodelado por el arquitecto zaragozano Ricardo Usón, a comienzos de los 90, y cuenta con una extensa biblioteca teatral de más de 1.500 volúmenes. En el curso 2011-2012 se matricularon casi 60 alumnos. La Escuela es una referencia en la escena nacional, y mantiene buenas relaciones con otras escuelas superiores. De ella han salido, desde 1982, más de 300 actores y maestros de actores.