Opinión

Adiós a un cine especial

Zaragoza está vinculada al cine. A los orígenes del cine como fenómeno artístico y también fue pionera en la proyección de las primeras películas. Zaragoza ha sido la ciudad del Cinematógrafo Coyne, del Palacio de la Ilusión que conmovía a Buñuel, del Cine Alhambra, del Ena Victoria, del Argensola, del Dorado, del Cervantes, del Quijote y del Elíseos, por citar algunas salas que forman parte de la leyenda de la ciudad. En 1997, nacían los cines Renoir, cuatro salas que iban a tener versión original, y que la tuvieron durante mucho tiempo, y que acogieron estrenos importantes, entre ellos películas de José Luis Borau. Los cines Renoir eran / son un espacio ideal para el cinéfilo, para el buen cine, y allí hemos visto las películas alternativas, 'indies', pero también obras tan conmovedoras como 'La camarera del Titanic', quizá la mejor película de Bigas Luna. Y tantas y tantas otras de la filmografía de todos los países.


El Audiorama Renoir es uno de esos lugares, en cualquiera de las salas, donde se respiraba comodidad, donde se disfrutaba, con un clima especial, de la magia de la oscuridad, de esa ceremonia donde todos nos hermanamos en el sueño y en la ficción. El cine, como tantas otras cosas, está en crisis y a la vez exige innovación constante: cambio de proyectores y de sistemas, nuevos públicos. El cine, con el desarrollo geométrico de la tecnología digital, también ha encontrado nuevos foros, otras formas de visión. Por ello es una mala noticia el cierre de unas salas que formaban parte no solo de la cinefilia, de lo más exquisito o minoritario. La ciudad se transforma y en este desconcierto general en el que vive la cultura -Vargas Llosa dice que ha muerto la cultura y que sólo existe el espectáculo de la cultura- nos quedamos sin un recinto al que mantener, con el descenso de los espectadores, se había convertido en algo muy difícil. Conmueve pensar en ese equipo, con el estudioso Sergio Casado a la cabeza, que tanto nos han dado y que a muchos, siempre y en todas las sesiones, nos han sentirnos mejor que en casa.