Las continuas subidas de la luz (el recibo se incrementó en enero un 20%) registradas en las últimas semanas coincidiendo con la ola de frío que afectó a España han ocupado las portadas de los medios de comunicación y han traído a la actualidad la conveniencia de tener un papel activo en la factura siendo consumidores responsables. No obstante, la eficiencia energética es algo atemporal y medidas sencillas a aplicar con un bajo coste pueden suponer un ahorro nada desdeñable en la factura de los contribuyentes y también de las empresas. Actuaciones como aplicar dispositivos en grifos y duchas (como aireadores) puede conllevar ahorros de agua del 50%, el aislamiento de paredes y fachadas en edificios puede reportar un ahorro de hasta un 40%, la sustitución a tecnología Led para la iluminación, de hasta un 70% si se compara con una lámpara halógena o el evitar pérdidas de calor en los accesos a edificios a través de puertas giratorias o puertas automáticas con cortinas de aire, de hasta el 70%, por poner algunos ejemplos.

"Las pymes y autónomos pueden actuar sobre el 35% del consumo, que es lo que normalmente supone en la factura eléctrica", señala Víctor Rodrigo, responsable del servicio de Medio Ambiente de la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza.

El Consejo Aragonés de Cámaras y el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (Circe) coordinan en España el proyecto europeo Pyme EnergyCheckUp –en el que participan también Holanda, Italia y Polonia–, cuyo propósito es asesorar a las pequeñas y medianas empresas de los sectores de hostelería, restauración, comercio y oficinas ayudándoles a identificar medidas y soluciones de eficiencia energética y los ahorros que pueden obtener si se aplican. El objetivo es que 1.500 pymes españolas optimicen su factura y ya se han acogido a dicho programa energético alrededor de 200 compañías en Aragón.

Calculadora ‘online’ gratuita

El proyecto europeo echó a andar a mediados de 2014 y finaliza en marzo de este año, pero la idea, tal y como avanza Rodrigo, es dejarlo vivo. "Se ha generado una serie de herramientas y de información que no mueren con él", apunta. Entre ellas se refiere a la calculadora ‘online’ gratuita disponible en la web energycheckup.eu, que le genera a la pyme y autónomo un informe para saber si consumen más energía que otros negocios similares, cuáles son las principales medidas que pueden implantar, su coste, los ahorros potenciales y el tiempo estimado para recuperar la inversión. Solo tienen que aportar sus datos de consumo anual y describir las características de su establecimiento y su equipamiento.

"Lo que hemos visto es un gran desconocimiento en cuanto a lo que suponen los costes energéticos en estos negocios. La gran mayoría tienen un potencial de ahorro. Con medidas de muy bajo coste para los cuatro sectores pueden conseguir un ahorro de entre un 5%-10%. Lo que ocurre es que el tema energético no está dentro de sus prioridades", apunta Aitana Sáez de Guinoa, responsable del proyecto Pyme EnergyCheckUp en Circe, con sede en la capital aragonesa.

Por su parte, el responsable de Medio Ambiente de la Cámara habla de barreras como la falta de tiempo para un diagnóstico energético, la información, la reticencia ante las garantías que le puede ofrecer un proveedor y la financiación. Aspectos que cubre el proyecto europeo dando soluciones.

"Además, identifica las ayudas en vigencia en ese momento y hay un mapa de fondos", explica Víctor Rodrigo, quien también pone el acento en que el principal problema que encuentran es que las empresas no están abiertas a la participación: "Están muy centradas en su actividad y aunque es cierto que la factura eléctrica supone un gasto dentro del total, entendemos que no es el mayor".

Auditorías

En las auditorías energéticas llevadas a cabo por Circe en la comunidad aragonesa en este tipo de establecimientos se han detectado en muchos de ellos filtraciones a través de puertas y otros accesos y es frecuente ver equipos antiguos de climatización. "Además, los locales que tienen mucha superficie acristalada en muchas ocasiones se trata de vidrio simple, con lo que se pierde el calor del aire climatizado del interior. Y en iluminación se sigue utilizando mucho los halógenos en lugar de la tecnología Led", resalta la también jefa de proyecto del área de sostenibilidad y uso de la energía de Circe.

Precisamente uno de los establecimientos auditados recientemente fue el restaurante italiano Il Principale de Zaragoza, que acaba de cerrar esta semana para someterse a una amplia reforma durante dos meses, tal y como afirma su administrador Francisco Corrochano. "Somos una empresa preocupada por todas las cosas. Vamos a acometer mejoras energéticas en cuanto a iluminación, climatización y aislamiento siguiendo los consejos de Circe", señala Corrochano. Además van a ampliar el local y a ofrecer más servicios como el reparto a domicilio o mejorar la oferta con una zona de recepción-bar.

En cuanto al retorno de la inversión económica que hagan, el administrador de Il Principale habla de un plazo en torno a dos o tres años.

Aitana Sáez de Guinoa hace hincapié en la necesidad de más labor de concienciación y, sobre todo, más ayudas públicas. Y es que, como indica, hay voluntad para introducir mejoras energéticas pero lo que escasea es el dinero: "Si hablamos de plazos de recuperación de lo invertido de más de tres años, el empresario no quiere. Es por coyuntura económica".

No obstante, la herramienta de cálculo del proyecto Pyme Energy CheckUp propone a medianas y pequeñas empresas y a autónomos medidas de todo tipo. "No solo las que necesitan grandes inversiones", advierte la responsable de Circe, quien recalca que al final los gastos realizados se traducen en ahorro "si son todas efectivas y están contrastadas". "El problema es dar el primer paso de la inversión. Es lo que más cuesta", sostiene.

Un tema "cultural"

Por su parte, el responsable de Medio Ambiente de la Cámara de Comercio de Zaragoza llama a "abrir un poco la mente". "Es un tema cultural. Hay que pensar de otra manera para tratar de implementar mejoras. Hay veces en que no es tanto el gastarte mucho dinero, como puede suponer el cambiar el aire acondicionado, cuando lo que puedo hacer es poner el equipo a una temperatura adecuada", indica.

La UE se ha fijado como objetivos para 2020 el reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 20%, como mínimo, respecto a los niveles de 1990, mejorar la eficiencia energética en un 20% y obtener un 20% de la energía a partir de fuentes renovables. El proyecto europeo, cofinanciado por Bruselas a través del programa Intelligent Energy-Europa, es una de las muchas iniciativas que se han puesto en marcha desde distintos ámbitos para un consumo más eficiente. "Hay otras asociaciones que están trabajando en ello y no solo en Aragón. El proceso va lento, pero entendemos que el mensaje va calando. Es un trabajo de largo recorrido", advierte Rodrigo.