¿Cuánto cuesta saltarse la disciplina de voto?

Saltarse la disciplina de voto conlleva multas de hasta 600 euros o expulsión

 Ir contracorriente puede tener sus riesgos, sobre todo si se forma parte de un grupo parlamentario en el que se exige disciplina de voto. En el caso de los miembros del PSOE, el castigo va desde multas económicas, que pueden alcanzar los 600 euros, hasta la expulsión.


A eso se enfrentarían los diputados socialistas que no quieran acatar la decisión "imperativa" del Comité Federal del domingo pasado para que los socialistas se abstengan en bloque en la segunda votación de la investidura de Mariano Rajoy, cuyo debate comienza esta tarde con el discurso del candidato.


Por el momento, se da por hecho que se rebelarán contra esa abstención los siete diputados del PSC, después de que su Consell Nacional ratificara ayer esa postura, y también han anunciado que rechazarán a Rajoy Odón Elorza, Margarita Robles, Susana Sumelzo, Zaida Cantera y Rocío de Frutos.


A estos doce se podrían sumar otros cinco parlamentarios que están dispuestos a decir no a Rajoy, pero prefieren apurar los plazos para tomar una decisión definitiva, sin contar con lo que haga el dimitido secretario general, Pedro Sánchez.


De mantenerse todos ellos en el no, sumarían hasta 18 diputados. Y si el grupo socialista opta por el correctivo más estricto para la indisciplina, el de la expulsión de sus filas, se daría la circunstancia de que se quedaría con 66 diputados, uno menos que los que forman Unidos Podemos, 67, y se convertiría en el tercer grupo de la Cámara por primera vez en democracia.


El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, ha descartado estos días referirse a la posible sanción con el argumento de que él se va a esforzar hasta el último momento para tratar de persuadir a los desobedientes de que acaten la decisión del Comité Federal.


Para ellos se prevén multas económicas que oscilan entre los 200 euros y los 600, en los casos más graves -y ha habido varios en las últimas décadas-, pero que pueden llegar hasta la expulsión del grupo, algo que hasta ahora no ha ocurrido nunca.


Y es que el artículo 78 de los estatutos federales es tajante a este respecto: "En todos los casos, las personas miembros del grupo parlamentario federal están sujetas a la unidad de actuación y disciplina de voto".

"Si no la respetasen, el grupo parlamentario y la Comisión Ejecutiva Federal podrían denunciar su conducta al Comité Federal. Si la actuación originada por esa persona del grupo se estimase grave por el Comité Federal, éste tendría facultades para proceder a darle de baja en el grupo parlamentario", añade.


No se sabe si la gestora del PSOE estaría dispuesta a llegar a esta situación límite, pero en estos últimos días se han lanzado varios avisos al PSC para que respete la disciplina, bajo amenaza incluso de revisar el protocolo de relaciones entre ambos partidos "hermanos".


Eso sin olvidar las voces recurrentes que aprovechan estos episodios para pedir que el PSOE se desvincule del PSC y cree su propia marca en Cataluña.


Todo esto además en un sistema en el que la Constitución establece en el artículo 67.2 que los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo, de modo que su escaño es suyo y no del partido, como además ha ratificado en varias sentencias el Tribunal Constitucional. 

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