¿Cuáles son los residuos que más abandonamos los zaragozanos?

Los aragoneses cada día reciclamos más. Así lo muestran las estadísticas. Sin embargo, existen cierto tipo de residuos que muchas veces se abandonan en el casco urbano y que son difíciles de gestionar por los servicios de limpieza.

La ONG ambientalista Amigos de la Tierra ha realizado durante este año dos muestras de campo en Zaragoza y Alagón para conocer qué desperdicios son los que más se abandonan cuando no tenemos un contenedor cerca. Para ello, eligieron dos fechas concretas de grandes aglomeraciones. La primera y más importante, por el centro de Zaragoza tras un concierto en los días previos al Pilar, y la segunda en Alagón en el entorno del río Jalón en otra zona que durante el verano suele concentrar a gente que acude a pasar el día.

“Se eligieron estos dos lugares porque eran los adecuados para saber qué se abandona cuando no tenemos tan a mano un contenedor o estamos menos proactivos hacia reciclar que, por ejemplo, cuando estamos en casa, tanto en un entorno urbano como en uno rural”, explica José Antonio Domínguez, portavoz de la ONG en Aragón.

Los resultados en Zaragoza se concretaron en que los residuos más recogidos por volumen fueron los vasos de plástico con un 47%, seguidos de botellas de vidrio (21%), latas (20%) y botellas de plástico (12%). En Alagón, por su parte, se encontraron mayoritariamente botellas de plástico (23%), vasos de plástico (22%), pedazos de chatarra (18%), un 13% de latas y un 11% de bolsas de plástico.

En opinión de Domínguez, los resultados de estas recogidas en los dos municipios aragoneses -que no se diferencian demasiado de otras que hizo la organización en otras diez autonomías- demuestran que “el principal problema a abordar es la gestión de los envases de plástico y las latas, todos ellos residuos que tardan en degradarse y que además dejan una importante huella de carbono en su producción”.Medidas sobre la mesa: del retorno de envases a la prohibición de bolsas

Para evitar estos problemas, Amigos de la Tierra emplaza a estudiar medidas que en muchos casos ya están instauradas en otros países y que están empezando a aterrizar en España. Como ejemplo citan la experiencia piloto que habrá en Valencia a partir de 2018 por la cual se cobrarán 10 céntimos más por las bebidas envasadas en vidrio o plástico, que serán devueltos al consumidor cuando los retorne a la tienda.

“El problema del reciclaje es en muchos casos que no tiene incentivos para el ciudadano. La concienciación ha ayudado mucho en los últimos años, pero probar otras medidas no estaría de más”, señala Domínguez.

Además de esto, la Comisión de Cambio Climático del Congreso aprobó el pasado 23 de noviembre la prohibición de bolsas de un solo uso de cara a 2017 a propuesta de Ciudadanos, una medida que aún tiene que pasar por la Cámara Baja, pero que ha sido aplaudida por los ambientalistas, que citan también como en Francia se han prohibido recientemente los vasos, platos y cubiertos de plástico. Según los cálculos de Greenpeace, una botella de plástico puede tardar en descomponerse unos 500 años, mientras que una bolsa cerca de 55.Aragón solo recicla el 29% de sus envases

Las estadísticas muestran cómo los aragoneses reciclamos cada día más. El año pasado, según las estadísticas de Ecoembes, la organización dedicada a la gestión de envases en toda España, en la Comunidad se recogieron 38.393 toneladas de residuos entre plásticos, madera, cartón y metales. Son casi 17.000 toneladas más que hace una década, aunque ligeramente menos que las de los últimos años, cuando se superaron las 40.000 antes de que la crisis comenzara a introducir otros factores como los robos de cartón o el menor consumo.

En total, según los cálculos de esta misma organización, apenas el 29% de los residuos que generamos llegan a reciclarse, una tasa muy inferior a la que exigirá la Unión Europea a sus estados miembros en 2020, cuando el porcentaje debe llegar al 50%.

En Aragón la DGA está trabajando actualmente en la fase final del nuevo Plan de Gestión Integral de Residuos (GIRA) 2016-2020, un documento que se aprobará con algo de retraso y que marcará las nuevas estrategias en gestión de residuos y reciclaje de la Comunidad.