¿Cuál es el pueblo con más bares de Aragón?

Hasta el pueblo más pequeño intenta mantener un bar abierto, porque estos espacios son lugares de encuentro fundamentales para sus vecinos.

Aragón cuenta con un bar o restaurante por cada 175 habitantes, según datos de la Federación Española de Hostelería (FEHR). No obstante, esta media aumenta si nos perdemos por algunos de los rincones más recónditos de nuestra geografía, y si no que se lo pregunten a los vecinos de Oseja, en la provincia de Zaragoza, donde mantienen abierto su bar para los 60 habitantes censados, aunque residentes solo sean 10.

Se trata de un local que regentan entre los vecinos. “Aunque entre semana no hay mucha gente el bar se ha convertido en el centro de reunión de los vecinos todas las noches. Después de cenar vienen a echar la partida o a tomar café”, explica Javier Lorente, alcalde de Oseja.

Lo mismo ocurre en numerosos municipios aragoneses, como en Villanúa (Huesca), donde la media está en un bar por cada 87 habitantes, o la también oscense Javierrelatre, donde poseen un local para tan solo 60 vecinos.

Aunque sin duda, uno de los pueblos con una media más espectacular se ubica en Teruel. Se trata de la localidad de Albentosa y posee nada más y nada menos que seis locales de restauración con tan solo 270 vecinos según el censo. Es decir, unos 45 habitantes por establecimiento. Todos ellos se encuentran en apenas 3 km de recorrido. Sin embargo la competencia no es un problema ya que se trata de un lugar “de paso”.

“Estamos en una zona de cruce entre pueblos y carreteras importantes y nuestro cliente suele ser de paso, pero no tenemos problema. Cuanta más competencia mejor servicio para los visitantes, al final cada local se diferencia por su forma de hacer las cosas”, asegura José Luis Vives, camarero en el bar Buenos Aires.

En 2015 en Aragón había registrados más de 7.500 locales de comidas y bebidas en el Directorio Central de Empresas (DIRCE) del Instituto Nacional de Estadística. De ellos, más de 5.500 eran bares, unos 300 menos que en 2010. Los locales de restauración han soportado mejor estos últimos años y la cifra tan sólo ha descendido en una treintena.

Sin embargo desde la Asociación de Bares de Zaragoza aseguran que comienzan a verse “los brotes verdes” tras unas navidades que califican de positivas para el sector. “Venimos de unos años muy duros en los que se cerraban más locales de los que se abrían”, afirma Pedro Giménez, presidente de la asociación, que asegura que el sector ha aumentado en torno a un 4% en el último año. “En la mayoría de los barrios los bares de toda la vida se acaban convirtiendo en la segunda casa de los vecinos, en algunos lugares incluso hay quien deja ahí las llaves de su casa mientras se va de vacaciones”, concluye.