Condenado a diez años de cárcel por maltratar e intentar matar a su pareja

El acusado le pegó tres palizas en tres días y le clavó un cuchillo porque creía que le era infiel.

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a diez años y tres meses de prisión a Jesús Jiménez Gabarre por intentar acabar con la vida de su pareja, con la que llevaba diez años conviviendo y tiene dos hijos en común. El tribunal considera al acusado autor de un delito de homicidio en grado de tentativa, otro de amenazas y dos de lesiones.


Además de la pena de cárcel, le obliga a indemnizar con 14.350 euros a la víctima –1.350 por las lesiones, 3.000 por las secuelas y 10.000 por los daños morales– y le prohíbe comunicarse y aproximarse a menos de 200 metros de ella durante un periodo de 14 años.


La Audiencia, no obstante, le absuelve del delito de agresión sexual del que también era acusado al apreciar que no ha quedado probado que, después de apalearla, le introdujera una vara de olivo por la vagina.


Durante el juicio quedó demostrado que Jesús Jiménez Gabarre, de 56 años y vecino de Osera de Ebro, sometía habitualmente a su pareja a malos tratos. Incluso unas semanas antes de que la acuchillara, ella había pasado un tiempo en casa de su cuñada. Sin embargo, en el mes de junio decidió volver con él. Lejos de mejorar la situación, el comportamiento de él empeoró, sobre todo después de que su hermana María Pilar J. G. le dijera que su mujer le estaba siendo infiel con su cuñado.


Aunque la víctima negó este extremo, el 24 de junio, "ejerciendo un control absoluto" sobre su mujer, la golpeó en el porche de casa en distintas partes del cuerpo y acto seguido la obligó a acompañarle a una sima ubicada a unos cinco minutos andando de la vivienda, en la que días antes habían arrojado el cadáver de un perro. Allí le hizo ponerse de rodillas y, tras amenazarle con un cuchillo en el cuello, le exigió que le pidiera perdón.


Al día siguiente, sobre las 20.00, el acusado volvió a recriminar a la mujer la supuesta infidelidad y la golpeó en la cara, el pecho y los brazos. Pero la agresión más grave se produjo el 29 de junio. Esta tarde, sobre las 19.30, Jesús Jiménez Gabarre inició una nueva discusión a causa de la presunta relación con su hermano y comenzó a golpearla por todo el cuerpo. En un momento dado, el acusado sacó un instrumento con filo que guardaba en su espalda para que no fuese visto por su mujer y se lo clavó en el lado izquierdo del abdomen, al mismo tiempo que la mujer se echaba hacia atrás tratando de esquivar el acometimiento.Una llamada le interrumpió

"La agresión se interrumpió por una llamada telefónica de la hermana del acusado María Pilar J. G. quien, alertada por los gritos que escuchó al hablar con él, llamó al teléfono de emergencias 112, que envió al lugar de los hechos a una patrulla de la Guardia Civil y una ambulancia.


Sin embargo, cuando llegaron tanto los agentes como los sanitarios no encontraron a nadie en la casa ya que un vecino de la pareja había trasladado a la víctima al centro de salud de Alfajarín, tras haberse encontrado a Jesús Jiménez, que salió a pedir ayuda después de tener a la mujer varios minutos desangrándose sin prestarle auxilio.


Los médicos apreciaron policontusiones y lesiones en la cara, brazos y piernas, así como una herida incisa en el abdomen de cuatro centímetros de longitud y diez centímetros de trayectoria no penetrante en la cavidad abdominal. La víctima tuvo que ser intervenida quirúrgicamente, estuvo seis días hospitalizada y tardó 20 en curar.


En la exploración ginecológica que se le practicó no se le apreciaron lesiones genitales ni externas ni internas. Por eso, como solicitó su abogado, Óscar Espinosa, la Audiencia lo absuelve de agresión sexual y lo condena por homicidio frustrado y amenazas.