A QUEMARROPA

«59 segundos dan para hundir a cualquiera»

Ana Pastor, presentadora de Los desayunos de TVE, señala que entrevista con «mano izquierda o derecha, siempre a la contra del invitado».

Ana asegura que en su casa la competencia con su marido es feroz.
«59 segundos dan para hundir a cualquiera»
TVE

Se ha convertido en la púgil peso pluma de la tele...

Pluma será por el peso (risas). Ni peso pluma, ni púgil, ni nada... Somos incisivos, que es como creemos que deben ser las entrevistas.

¿No ha tenido ganas de decirle a algún político eso de «¿Por qué no te callas?»?

Eso lo puede hacer el Rey. Yo, de momento, no.

Ya se dice «preguntas más que Ana Pastor»...

Me identifico porque soy un poco pesada. No me rindo. No paro hasta que creo que la respuesta satisface al público.

¿Cómo pastorea Ana Pastor?

Con mano izquierda o derecha; siempre a la contra del invitado.

Termíneme la frase: como gane el PP, usted...

Contaré la noche electoral en TVE como siempre (risas).

¿Qué tal la erótica del poder?

No me interesa. Yo al poder le pido que responda, dé la cara y se gane el puesto que le pagamos todos.

¿Qué político le pone?

Ninguno. Me pueden gustar más por lo que simbolizan Obama y Mandela.

Saliendo en la tele, ¿se liga mucho?

No estoy en el mercado y yo me debo a quien me quiere y a quien yo quiero (risas).

¿Ha dejado muchos corazones partíos?

¡Qué va! En eso soy perfil bajo.

¿Es de las de antes muerta que sencilla?

Antes, es posible. Ahora, soy más de sandalia que de megatacón. Además, no soy nada gastona. Comprarse un bolso de 2.000 euros me parece una barbaridad. Soy muy de Zara, H&M... muy fan del 'low cost'.

Está entre las cien españolas más influyentes, ¿la cuelan en el supermercado?

No me cuelan para nada y ni ganas. Lo de influyente es relativo. A cada uno nos gusta influir en los que nos rodean.

¿Es una obsesa de las calorías?

Al revés, soy una flaca que por el estrés y la tensión no hago más que perder peso, y eso no me gusta. Este verano me voy a dedicar a coger un par de kilos que falta me hacen.

Es más merengue que...

Que hace unos años. Me gusta ser merengue también en los tiempos duros.

Elija ente el debate del estado de la Nación y un partido de la Champions.

No creo que hubiera ningún político que programase a la vez las dos cosas. Yo tiraría por la Champions, que de política ya tengo muchos días seguidos.

Su marido es periodista (Antonio G. Ferreras) y de la competencia. ¿Se ponen las cosas al rojo vivo en casa?

En casa se ponen al rojo vivo y somos competencia feroz. Es como 'La guerra de los Rose' en el tema profesional. Competimos, nos ocultamos noticias...

Su bebé ¿qué ve: dibujos animados o tertulia política?

Mi hijo ve por la mañana La 1 y por la noche La Sexta. Ya casi distingue perfectamente a Gadafi y a Ahmadineyad. ¡Fíjate la tortura que lleva con 8 meses! (risas).

Eso de decir que su vida acabará pronto no es morboso...

No. Lo he pensado siempre.

59 segundos dan para...

Hundir la carrera de cualquiera: la mía, la suya y la de cualquier político. Y en dos segundos. Te pueden sobrar 57 para haber hecho el desastre. Mira con Twitter.

¿Le apetecería entrevistar a Belén Esteban?

No tenemos por costumbre entrevistar a gente de la competencia (risas).

¿No la ha tentado 'Torrente' para un cameo?

No me vería. Tengo poco de actriz; soy muy transparente y eso de interpretar me costaría.

Se la ve echada 'p'alante', ¿haría puenting?

Soy muy valiente en muchas cosas, pero no me hable de atracciones, puenting, parapente... No lo puedo soportar. La vida ya tiene bastante sufrimiento.