FICCIÓN

Las series de ficción de EE. UU. pierden fuelle al cruzar el charco

La audiencia se resiente por los bailes en la programación y las descargas de Internet.

Audiencias millonarias y éxito de crítica avalan la mayoría de series norteamericanas que triunfan al otro lado del charco. Sin embargo, muchas de ellas no logran convencer al público español y, las que lo hacen, no logran equiparar su éxito al de las ficciones nacionales. Descargas gratuitas en Internet y malas políticas de programación impiden que estas producciones resulten rentables para las cadenas españolas.


Series como "Mujeres Desesperadas", "Perdidos", "24" o "Prison Break" superan holgadamente los diez millones de espectadores por episodio en EE. UU. En España, por el contrario, tienen suerte si llegan a los dos millones de fieles. "Mujeres Desesperadas", que se emite los miércoles en La 2, esta semana registró un 6,4% y 1.206.000 espectadores. La cifra prácticamente duplica la media de la cadena pero no se acerca ni de lejos a los datos de EE. UU., donde el último episodio emitido por la cadena ABC fue seguido por 10,5 millones de personas. Aquí, la audiencia de la serie se ha resentido notablemente desde su estreno en La 1, al haber sido relegada a La 2 en sus dos últimas entregas. La misma situación se produce con "Perdidos", que, después de registrar una audiencia media cercana a los 15 millones de espectadores en 2007 en EE. UU., Televisión Española la trasladó a La 2, donde fue víctima de multitud de cambios en la programación.


Asimismo, la ficción revelación del pasado año, "Prison Break", se presentó en España como un "hit" que rompería moldes. Pero los resultados no han acompañado a la serie carcelaria. El estreno de su tercera temporada en España, que emitió La Sexta, apenas superó el medio millón de espectadores. En este caso, la reciente creación de La Sexta y sus problemas de cobertura han influido en la escasa repercusión de la serie en España.


El mayor contraste lo protagoniza la serie "24", que aquí emite Antena 3. El baile de horarios que ha sufrido la serie -del "prime time" de los jueves al "late night" del domingo- ha terminado por cansar a sus seguidores tras cuatro temporadas por encima de los dos millones de televidentes.


Lo cierto es que no toda la culpa del fracaso de estas producciones corresponde a las cadenas. El papel que juega Internet ha resultado devastador en muchos casos, ya que todas las series citadas y muchas más están disponibles en la Red tan solo horas después de su emisión en EE. UU., y los internautas pueden ver los últimos capítulos de sus series favoritas con meses de antelación respecto a las televisiones.


El debate queda abierto para las cadenas, que tendrán que elegir entre pagar auténticas fortunas por los derechos de las series de calidad reclamadas por el público o resignarse y aceptar que el futuro está en la Red.