Mientras los populares dibujos japoneses de 'Marco' apostaron por lo lacrimógeno, el realizador Félix Viscarret ha restado melodrama a la búsqueda de la madre del protagonista hasta convertir la miniserie, cuyo desenlace se verá este lunes, en una "peripecia en la que la aventura y el humor llevan a lo emocional".

Muchos se sorprendieron al saber que un director de mirada sensible como Viscarret, ganador del Goya al mejor guión por su reflexivo debut 'Bajo las estrellas', abordaba la trágica historia de 'Marco', el niño italiano que buscaba a su madre en Argentina en la serie de dibujos animados que triunfó en los 80.

A otros les impactó ver el lunes pasado en Antena 3 que no estaba el mono Amedio, sino un hermano llamado Lucas; que no empezaba la historia en Italia sino en Huesca, y que la madre no se iba a Argentina sino a Benidorm. Pero Viscarret tenía claro que se tenía que contar la historia a su manera.

"Cuando me propusieron el proyecto me dijeron que no pensara en los dibujos sino en un retrato original del libro ('De los Apeninos a los Andes', de Edmundo de Amicis). He de confesar que no fui de los más enganchados a los dibujos animados. No le quito mérito a lo que supuso, pero decidí hacerlo todo con libertad", explica Viscarret.El aplauso de la audiencia

Esa libertad ha gustado a la audiencia, pues el pasado lunes agrupó frente al televisor a 3,4 millones de espectadores, que este lunes verán el resto de la miniserie y tendrán que estar preparados para muchas sorpresas.

"Cada uno de los tres episodios es muy, muy diferente", adelanta Viscarret, ya que tras ese comienzo, que tenía "algo de road movie, de persecuciones y picaresca", se descubrirá "una aventura urbana, de unos niños en una gran ciudad" en el segundo capítulo y un desenlace "a modo de western, con dos niños a caballo. Aventura pura y dura", asegura el director.

'Marco', pasada por el tamiz de su mirada, es un producto "en clave contemporánea y atemporal, una fábula moderna. Aventuras infantiles, donde toda esta proeza que emprenden estos niños tiene un trasfondo emocional", explica.

Pero, a pesar de que España vuelve a ser un país en el que el paro reabre la puerta a la emigración, no quiso actualizar la historia.

"Quería que el proceso de buscar a una persona desaparecida no contara con la tecnología actual. Me parecía más divertido, porque si no todo se habría reducido a dos críos en un cibercafé mandando y recibiendo mails", bromea.

El tejido de estas emociones se hubiera deshilachado si no fuera por el trabajo de dos actores infantiles como Sergi Méndez, el protagonista, y los gemelos Raúl y Juan del Pozo, que se reparten la interpretación de Lucas, el imaginativo hermano pequeño.

"Yo ya los distingo, pero me alegro de que la audiencia no se dé cuenta", celebra Viscarret, quien ha enrolado también a Ariadna Gil, Ernesto Alterio, Álvaro de Luna y Mercedes Sampietro para dar solidez al proyecto.

Pero ante todo, está esa conexión inesperada que Viscarret establece entre su cine y este encargo televisivo. "Me resulta muy cercana al estilo de historias que cuento, por estar centrada en la infancia. El que los protagonistas sean niños, no implica que el tono tenga que ser paternalista", explica.

"El proyecto no surge de mí, pero toca elementos con los que me siento muy cómodo. Las relaciones entre hermanos, la búsqueda de una identidad familiar... Mi yo narrador de historias está cómodo con esto", concluye.